Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán Enríquez
Septiembre 19 de 2017
Septiembre 19 de 2017
El deceso del doctor René Drucker Colín significa la pérdida de uno de los más grandescientíficos y difusores de la ciencia en México. Drucker se especializó en fisiología y neurobiología, fue docente e investigador de la UNAM y jefe del departamento de neurociencias del Instituto de Fisiología Celular y gracias a ello se registraron importantes avances en el tratamiento del síndrome de parkinson, además dirigió cientos de tesis de maestría y doctorado y fue maestro emérito de la Universidad Nacional, de 2012 hasta la fecha de su fallecimiento fue Secretario de Ciencia y Tecnología con el gobierno de la CDMX.
El notable científico tuvo una relevante actuación pública y fue también diputado por partidos políticos de izquierda, por su carrera de investigador recibió 21 premios y reconocimientos de instituciones nacionales y extranjeras.
Como divulgador de la ciencia Drucker pensaba que, “sin ciencia no hay futuro” porque el conocimiento científico es un bien intelectual, un instrumento del bienestar humano que debiera ser considerado patrimonio de la humanidad porque es con sus recursos que se gesta y se desarrolla, por eso, es un asunto de justicia que sus resultados se socialicen, más cuando éste se realiza con los recursos de los que disponen las universidades públicas.
La importancia de los medios de comunicación y de los divulgadores del quehacer científico debiera ser reconocida como una relación necesaria, aunque la prensa escrita destina entre el uno y cinco por ciento de su espacio total a temas de investigación científicas con una marcada prioridad en rubros de salud. La CDMX es la entidad con mayor número de espacios publicados de ciencia, tecnología o innovación, en el resto de las entidades federativas la difusión de la ciencia carece de suficientes espacios.
No obstante, la relación entre científicos, tecnólogos y divulgadores-comunicadores, es débil porque los primeros no se interesan en dar a conocer a la sociedad los resultados de sus investigaciones científicas, y los periodistas en general tienen poca información sobre temas y avances de la ciencia, por lo que Drucker exhortaba a ambos a fortalecer su relación para ofrecer información clara y precisa a la sociedad con más y mejor periodismo científico.
¿Cuánto destinan las universidades públicas de Coahuila a la investigación, con cuántos investigadores cuentan, en qué áreas de la ciencia y qué resultados obtienen, hay avances presupuestales? Ya se sabe que en algunas carreras la investigación es un mito, un mero trampolín para obtener mayores ingresos, la sociedad tiene derecho a saber cómo se invierten sus recursos y los investigadores tienen obligación de fomentar la conciencia crítica de la población en cuestiones científicas, para ello hacen falta reporteros, narradores, cronistas,entrevistadores que sepan contagiar al público de la pasión por el conocimiento y encender la llama del asombro.
En Coahuila se vive una regresión en la promoción de la lectura, se cierran las bibliotecas para dejar esos espacios a una burocracia banal y fútil, la cultura es despreciada, hecha a un lado.
Volviendo a la labor de divulgación científica impulsada por René Drucker gracias a su creatividad y porque amaba la inteligencia la CDMX cuenta con el Museo Interactivo, ¡Vive la Ciencia! que es un tráiler que recorre todas delegaciones de la ciudad recibiendo en promedio 700 visitantes al día.
Socializar la ciencia, que deje de verse como algo aburrido es un reto que los investigadores científicos y los periodistas deben afrontar para contribuir al progreso de la calidad de vida de la humanidad y a la democratización del pensamiento científico, tal como lo hizo René Drucker que nos dejó una herencia que debe cultivarse.
Como divulgador de la ciencia Drucker pensaba que, “sin ciencia no hay futuro” porque el conocimiento científico es un bien intelectual, un instrumento del bienestar humano que debiera ser considerado patrimonio de la humanidad porque es con sus recursos que se gesta y se desarrolla, por eso, es un asunto de justicia que sus resultados se socialicen, más cuando éste se realiza con los recursos de los que disponen las universidades públicas.
La importancia de los medios de comunicación y de los divulgadores del quehacer científico debiera ser reconocida como una relación necesaria, aunque la prensa escrita destina entre el uno y cinco por ciento de su espacio total a temas de investigación científicas con una marcada prioridad en rubros de salud. La CDMX es la entidad con mayor número de espacios publicados de ciencia, tecnología o innovación, en el resto de las entidades federativas la difusión de la ciencia carece de suficientes espacios.
No obstante, la relación entre científicos, tecnólogos y divulgadores-comunicadores, es débil porque los primeros no se interesan en dar a conocer a la sociedad los resultados de sus investigaciones científicas, y los periodistas en general tienen poca información sobre temas y avances de la ciencia, por lo que Drucker exhortaba a ambos a fortalecer su relación para ofrecer información clara y precisa a la sociedad con más y mejor periodismo científico.
¿Cuánto destinan las universidades públicas de Coahuila a la investigación, con cuántos investigadores cuentan, en qué áreas de la ciencia y qué resultados obtienen, hay avances presupuestales? Ya se sabe que en algunas carreras la investigación es un mito, un mero trampolín para obtener mayores ingresos, la sociedad tiene derecho a saber cómo se invierten sus recursos y los investigadores tienen obligación de fomentar la conciencia crítica de la población en cuestiones científicas, para ello hacen falta reporteros, narradores, cronistas,entrevistadores que sepan contagiar al público de la pasión por el conocimiento y encender la llama del asombro.
En Coahuila se vive una regresión en la promoción de la lectura, se cierran las bibliotecas para dejar esos espacios a una burocracia banal y fútil, la cultura es despreciada, hecha a un lado.
Volviendo a la labor de divulgación científica impulsada por René Drucker gracias a su creatividad y porque amaba la inteligencia la CDMX cuenta con el Museo Interactivo, ¡Vive la Ciencia! que es un tráiler que recorre todas delegaciones de la ciudad recibiendo en promedio 700 visitantes al día.
Socializar la ciencia, que deje de verse como algo aburrido es un reto que los investigadores científicos y los periodistas deben afrontar para contribuir al progreso de la calidad de vida de la humanidad y a la democratización del pensamiento científico, tal como lo hizo René Drucker que nos dejó una herencia que debe cultivarse.
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