martes, 3 de junio de 2014

Abdica el rey Juan Carlos

LO RELEVARÁ SU HIJO FELIPE


Fin a 39 años de reinado
martes, 03 de junio de 2014
A sus 76 años el Rey Juan Carlos I decidió abdicar después de 39 años en el trono español. En la imagen el Rey entrega la carta donde comunica al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la decisión de su abdicación.
MADRID, ESP. (AP).- Juan Carlos de Borbón, el rey que condujo España de la dictadura a la democracia y que protagonizó algunos escándalos que dinamitaron su popularidad en los últimos años, anunció ayer la abdicación en su hijo Felipe de Borbón, en un inesperado relevo que pretende inyectar aire fresco a los desafíos que enfrenta el país.
El histórico anuncio, que pone fin a 39 años de reinado, lo realizó el presidente del gobierno Mariano Rajoy.
Juan Carlos, de 76 años, dijo que cede el testigo a una nueva generación y aunque desvinculó la renuncia de cualquier problema de salud, su despedida dejó abierta una puerta a cambios importantes que neutralicen retos como el referendo independentista catalán del 9 de noviembre.
"Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandando", dijo el rey en un breve mensaje televisado a la nación.
"Mi hijo Felipe, heredero de la corona, encarna la estabilidad", añadió.
Felipe, de 46 años y todavía príncipe de Asturias, será el próximo monarca y reinará como Felipe VI junto a su esposa Letizia Ortiz. Un relevo generacional vital para la salud de la monarquía, según las encuestas, que otorgan a Felipe un índice de aprobación de 70% y de 41% a su padre.
Juan Carlos destacó la "madurez y la preparación" de su hijo e insistió en la necesidad de emprender reformas que permitan "abrir una nueva etapa de esperanza". Mensajes de cambio que, según algunos analistas, responden a los desafíos que la crisis económica ha abierto en España, donde gran parte de la sociedad entiende que el modelo constitucional surgido tras la muerte de Francisco Franco en 1975 está agotado.
España está obligada a cambiar su constitución, que todavía prima al varón sobre la mujer en la línea de sucesión al trono, para garantizar que la hija mayor de Felipe, la infanta Leonor, sea heredera. Y no se descarta que esa excusa permita un debate más amplio para abordar cuestiones tan críticas como el referendo catalán y el nacionalismo vasco, como pide el opositor Partido Socialista desde hace meses.
Artur Mas, presidente del gobierno catalán, aseguró que la consulta del 9 de noviembre se mantiene pese a que el gobierno ha dicho en reiteradas ocasiones que no se celebrará.
"Hay cambio de rey en España, pero el proceso (catalán) sigue adelante. En eso no hay cambios", dijo Mas. "El 9 de noviembre tenemos una cita con nuestro futuro".
La incipiente recuperación que vive el país, todavía golpeado por un desempleo cercano a 26%, no ha conseguido aliviar el desprestigio que sufren las instituciones, mientras la propia unidad de España parece en riesgo con el separatismo catalán.
Todos los partidos políticos saludaron la figura del rey y elogiaron su papel histórico como instaurador de la democracia y de un largo periodo de prosperidad sin guerras civiles, como la que desangró el país entre 1936 y 1939.

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