Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán
Enríquez
Junio 12 de 2014
Desde que en 2001 el ex alcalde
priísta Oscar Pimentel González, actuando contra la Constitución mexicana,
vendió los derechos de exploración, distribución y administración del agua a la empresa Aguas
de Barcelona, en un oscuro proceso de licitación; sus sucesores, Humberto
Moreira, Fernando de las Fuentes, y Jericó Abramo, actuaron de manera omisa y también
en contra de la ley, negándose a supervisar a Aguas de Saltillo y a exigir que cumpla cabalmente con las
obligaciones legales establecidas en los Contratos de Asociación y Asistencia
Técnica que firmó al asociarse como empresa paramunicipal.
La conducta omisa y
condescendiente de los ex alcaldes propició que Agsal aumentara injustificada e
ilegalmente los precios de los servicios; que se hayan detectado casos de
corrupción por parte de esa empresa así como falta de rendición de cuentas y de
transparencia, el agua de Saltillo es de mala calidad, lo que ha provocado que
hasta un 70% de los usuarios se vean obligados a comprar agua embotellada con
la consiguiente afectación negativa a la economía de los hogares saltillenses.
Agsal no ha reparado las fugas de la red, por
lo que el ancestral desperdicio del más del 40% de agua continúa; no ha habido
sanciones o recisión de contrato por incumplimiento; además, el sistema de cobranza de la empresa ha presentado severas
fallas por lo que la facturación se ha suspendido durante varias semanas y así
continúa; la prioridad para Agsal es la ganancia por lo que ha reducido el agua
a simple mercancía eliminando el carácter de derecho humano que la ley le
confiere al vital líquido.
El mes pasado Agsal lanzó una
alerta por desabasto de los acuíferos de Saltillo, lo que causó gran conmoción
mediática y justificó por parte de la empresa el tandeo en diversas colonias de
la ciudad. Rubén Moreira saltó al escenario a desmentir a Agsal afirmando que en
Saltillo no falta agua; a partir de ahí Agsal cerró la boca, ya habló el
experto en todo, no hay desabasto porque lo digo yo, por cierto, no dio dato
alguno que avalara su aseveración.
Lo bueno es que la ciudad cuenta
con expertos agrupados en la Asociación de Usuarios del Agua de Saltillo (Auas),
organización civil que durante 13 años ha dado seguimiento puntual al desempeño
de Agsal y que en sus estudios muestra que, en efecto hay abatimiento de los
acuíferos locales debido a la sobre explotación, que durante más de una década ha
realizado Agsal y no por la sequía, por
lo que la empresa ha actuado con alevosía en contra de la sustentabilidad del
vital recurso, con lo que la irresponsabilidad la sufren los usuarios. ¿les
parece poco?
Hasta ahora la posición del
Alcalde había sido muy a favor de Agsal, sin mostrar prueba alguna que sustente
su defensa a la empresa, datos, datos señor alcalde, transparencia, por favor
no avale la opacidad de Agsal, nuestro derecho es, saber.
Por eso es encomiable que al fin
el alcalde Isidro López Villarreal, después de ciertas vacilaciones decidiera
atender la recomendación de Auas sobre la urgente necesidad de realizar una
auditoría técnica y administrativa a Agsal a fin de que se determinen presuntas irregularidades y desviaciones.
Don Isidro se comprometió con su
firma ante notario a: Facilitar la
participación directa de los ciudadanos en los diferentes consejos y organismos
paramunicipales, Aguas de Saltillo y otros; a prestar
especial atención al derecho humano al agua. Llevar a cabo las auditorías técnica
y administrativa de manera externa a Aguas de Saltillo. Adquirir acciones de
Aguas de Saltillo. Promover una verdadera campaña de ahorro del agua y rescatar
las plazas y áreas verdes de toda la ciudad.
El “halconazo”
Para que la memoria perdure, ayer
el pueblo mexicano conmemoró el 43 aniversario de esa infausta fecha, una más
de los actos represivos del Estado, la matanza de estudiantes del gobierno de
Luis Echeverría Álvarez. 10 de junio no se olvida.
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