Popular iniciativa en redes sociales del escritor y guía federal de turismo Enrique Ortiz García // Al proyecto se suman visitas guiadas, conferencias y en breve la novela Las águilas de Tenochtitlan
▲ Acequia Real de la Ciudad de México, ca. 1870. El canal corría desde la zona de La Merced (en la imagen) y pasaba por la calle Corregidora y la alhóndiga de la urbe hasta la extinta Plaza del Volador, hoy sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.Foto cortesía del entrevistado
Mónica Mateos-Vega
Periódico La Jornada
Martes 30 de junio de 2020, p. 3
Martes 30 de junio de 2020, p. 3
Tlatoani_Cuauhtémoc es el nombre de uno de los proyectos de divulgación cultural más populares en las redes sociales de México, creado hace ocho años, primero, para dar vida y ser la voz imaginaria del último emperador mexica, y luego, para acercar la historia
a quienes no tienen acceso a ella, de manera objetiva y sencilla.
Así describe Enrique Ortiz García, escritor, diseñador gráfico y mercadólogo, su iniciativa que a la fecha reúne más de 200 mil seguidores en Facebook, 123 mil en Twitter y 50 mil en Instagram, plataformas en las que comparte todos los días información histórica
bien investigada, con respaldo en autores de todas las épocas.
Su propósito primordial es
llegar a todos los mexicanos y que se destruyan mitos de la historia oficial que crearon los gobiernos posrevolucionarios, los cuales enaltecían a un personaje y odiaban a otros. Aquí se trata de conocer nuestra historia de manera crítica y objetiva, explica en entrevista con La Jornada.
Ortiz García considera que la pobreza que impera en México hace que a muchas personas no les sea posible comprar libros de historia o ver por televisión programas especiales, “pero sí tienen acceso a Internet; entonces, a ellos está dirigido el contenido de Tlatoani_Cuauhtémoc”.
Al proyecto se suman visitas guiadas y conferencias, y está por lanzarse la novela Las águilas de Tenochtitlan, en la cual el autor narra la vida de un guerrero mexica, sin personajes españoles, “pues considero que no son necesarios. Las culturas nativas tienen el derecho a ser estudiadas sin el estigma de ‘perdedores’ y ‘sometidos’”.
Se desconoce el valor del Centro Histórico
El escritor también está acreditado como guía federal de turismo y detalla que “más que tours, ofrezco conferencias itinerantes cada dos o tres meses”. Algunos de los puntos que ha recorrido en compañía de seguidores entusiastas de la historia son: el Bosque y el Castillo de Chapultepec, Palacio Nacional, los museos de Antropología y del Templo Mayor, así como diversos rincones de las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México.
“Hay mucho desconocimiento del valor que tiene nuestro Centro Histórico –continúa–; por ejemplo, hay muchas personas que no conocen el Hospital de Jesús, que está en la calle de Pino Suárez, esquina con República de El Salvador. No sólo es el hospital más antiguo de América, sino que en la Parroquia de Jesús Nazareno e Inmaculada Concepción, que está junto, se encuentran los restos de Hernán Cortés.
De eso se tratan las visitas guiadas, no sólo de mencionar datos de construcción o estilos de los inmuebles, sino de saber qué sucedió en los lugares; como el recorrido que realizamos por todo Pino Suárez hasta el Monte de Piedad. El 9 de noviembre del año pasado, con motivo de los 500 años del encuentro entre Moctezuma y Cortés, tuvimos lleno total.
Otro de los recorridos más interesantes, detalla Ortiz García, es el que realizan por la Merced, “el cual comienza en la calle de Mesones, para llegar a la Plaza del Aguilita; recorrer la Casa Talavera; hablar de leyendas, de los marqueses de San Miguel de Aguayo; caminar a la esquina de la calle de la Quemada, donde dicen que vivió una mujer que se quemó el rostro para evitar que los hombres se mataran por su amor; luego vamos a una casa del siglo XVII, donde está el restaurante Al Andalus, para comprar dulces libaneses; de ahí, a la capilla del Señor de la Humildad, una de las más pequeñas del Centro Histórico; luego al convento de Jesús María, donde estuvo –posiblemente– una hija bastarda de Felipe II, llamada Micaela de los Ángeles; luego nos dirigimos a lo que fue la Casa del Diezmo y donde se dio la Rebelión del Hambre, en 1692, cuando quemaron el Palacio Virreinal, suceso inmortalizado en un cuadro de Cristóbal de Villalpando en 1695, y hasta llegar al segundo callejón de Manzanares.
“Si lo permiten las circunstancias y la contingencia sanitaria, me gustaría realizar un recorrido para recordar la Noche Triste, que es este 30 de junio; de lo contrario ofreceré una conferencia en redes sociales. Las actividades por los 500 años del sitio de Tenochtitlan continuarán en 2021; tengo planeado visitar Tlatelolco y el Zócalo para narrar desde dónde llegaron los contingentes españoles y cómo fue ese acontecimiento”, detalla el escritor.
Tlatoani_Cuauhtémoc es un proyecto independiente que desarrolla Ortiz García hasta el momento sin apoyo oficial, el cual
sería bienvenido, sobre todo en estos tiempos en los que nos tenemos que adaptar para continuar con la divulgación cultural. La historia apasiona a los mexicanos; hay pasajes que siguen siendo muy polémicos; por ejemplo, las figuras de Porfirio Díaz, Villa, Benito Juárez o los propios Moctezuma y Cortés. Cuando se discute sobre ellos incluso hay enojos. Existe muchísimo interés, por eso este proyecto ha sido un éxito, concluyó.
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