Juan Monrreal López
Abril 27 de 2017
Gómez Palacio, Durango. – “La alcaldesa Leticia Herrera, ya pactó con el ex presidente municipal, José Miguel Campillo Carrete, para no llevar a cabo las auditorías contra la administración anterior hasta el final, a cambio de una serie de negocios que realizaron, incluso con bienes municipales; a Pepe Campillo, Leticia ya lo perdonó” asegura un grupo de funcionarios a Demócrata Norte de México, que solicitaron anonimato a este medio y entrevistados con alta secrecía.
Temerosos por el clima de asedio, – por no decir terror, que existe al interior de las dependencias- “que han impuesto quienes realmente manejan la operatividad de la presidencia, -Francisco “Paco” Bardán Ruelas, José Lorenzo Natera e inclusive el diputado local, Sergio Uribe Rodríguez-, ante la ausencia de Leticia Herrera Ale, los funcionarios públicos aseguraron a Demócrata Norte de México, que desde el proceso de entrega recepción “José Miguel Campillo Carrete, quiso salvar su cabeza política”, entonces le ofreció una “serie de negocios a la presidenta, que incluyen algunos bienes patrimoniales de Gómez Palacio”, aseguran.
Perdidas las elecciones por la gubernatura, José Miguel Campillo, se quedó huérfano político. Esteban Villegas Villarreal, el gallo del patrón de Campillo Carrete, Jorge Herrera Caldera, fue desplumado por el voto de inconformidad y hartazgo de los duranguenses.
Así, sin apoyos en el gobierno de Durango, “buscó afanosamente congraciarse con la presidenta Juana Leticia Herrera Ale”, ofreciéndole negocios y sociedades de inversión, con quienes se habían beneficiado en el trienio “campillista”.
“José Campillo, logró convencerla, así que todos los desfalcos contra el Ayuntamiento de Gómez Palacio, fueron quedando en el olvido, y sólo cuando le son útiles mencionarlas, las saca a los medios. Ahora, de las auditorías que dijo tener la presidenta y en la que se detectaron faltantes ¡porqué existen! en realidad hasta allí, sólo que están convertidos en prendas de negociación con los administradores anteriores, especialmente con Campillo Carrete y sus socios”, aseguraron los informantes.
Juana Leticia Herrera, “auditorías podridas”
Parte de la campaña política de Juana Leticia Herrera Ale, para ganar la presidencia municipal en las votaciones del 4 de junio de 2016, fue centrar ataques contra sus propios compañeros de partido que habían gobernado el municipio en las 3 administraciones anteriores; Ricardo Rebollo Mendoza, su hermana, la diputada federal Rocío Rebollo y José Miguel Campillo Carrete, quien fungía como alcalde.
Con afirmaciones de “tener pruebas” en que las últimas tres administraciones municipales de este ayuntamiento “hubo malos manejos” económicos, financieros, venta y mal uso de propiedades municipales y otros bienes públicos; las acusaciones de Juana Leticia Herrera Ale, cayeron sobre Ricardo Rebollo Mendoza, imputándole haber endeudado a Gómez Palacio, sin obras que respaldaran tal débito.
Luego señaló que Rocío Rebollo, “engañó” a Gómez Palacio, encubriendo los desfalcos de Ricardo su hermano, además de que no hubo obra pública alguna en el municipio.
Enseguida se lanzó contra el entonces alcalde José Miguel Campillo Carrete, quien habría “tapado” las malversaciones de los hermanos Rebollo Mendoza, que mantenía en la nómina a 350 aviadores, además de proteger los intereses del ex gobernador Jorge Herrera Caldera.
En esos días de acusaciones y señalamientos de endeudamientos, desfalcos, malversaciones, desvíos de recursos públicos que Leticia Herrera Ale, dejó registrados en los medios, desde hemerotecas, radio, televisión, Internet, fueron múltiples; Juana Leticia Herrera, prometió auditorías, incluso con despachos de la Ciudad de México, pero hasta en eso se desdijo; declaró entonces que contrataría a un despacho de Torreón, Coahuila, porque era 20 por ciento más barato.
Pero, ni, aun así, la ciudadanía conoce los montos económicos y materiales de los desvíos económicos; es como si la administración pública de la presidenta Herrera Ale, fuera secreta.
Auditorías manoseadas a modo
Ya como presidenta electa, todo junio, julio y agosto del 2016, Juana Leticia Herrera, se dedicó a fustigar a sus contrarios políticos dentro del PRI e incluso al propio gobernador electo José Rosas Aispuro Torres, en tanto iba pactando con José Miguel Campillo., y “este la fue acercando a un grupo de socios del ex presidente”.
De manera que cuando asumió la alcaldía, anunció las auditorías, pero ya no las de gran volumen como auditar las obras, la deuda, los cientos de aviadores; se centró en investigar los números y propiedades de la Feria Nacional Gómez Palacio, cuya dependencia estuvo a cargo de Miguel Pérez García, institución que lo convirtió en neo millonario.
Así, el nuevo director de la Feria, Gerardo Lozano Palomares, saltó a la palestra mediática, informando a los medios que Miguel Pérez García, se había llevado “hasta los discos duros de las computadoras”, de tal forma que era difícil auditar.
Aunque el quebranto de la ciudad es millonario, nada se ha hecho.
Entonces Leticia Herrera y Lozano Palomares, anunciaron la auditoría externa con un despacho de la Ciudad de México, para terminar declarando que siempre no; la investigación de las cuentas estaría a cargo de un despacho de la vecina ciudad.
Juana Leticia Herrera Ale, el disfraz de las auditorías
Sin obras públicas que presumir, pero tampoco algún logro significativo para el municipio en estos 8 meses de gobierno, Juana Leticia Herrera, invoca las auditorías cada vez que quiere “calentar a los medios”.
El pasado 16 de enero, la alcaldesa gómezpalatina, volvió a declarar que las auditorías ya se encontraban en poder de la “Entidad de Auditoría Superior del Estado (EASE)”, y afirmó que, “si la EASE no da respuesta en 2 meses, presentaremos denuncia a través del despacho jurídico de la presidencia, contra quienes resulten responsables del quebranto económico”, enfatizó entonces.
Ya pasaron, no 2 meses, ya pasaron cuarenta días más del término que Leticia Herrera, marcó, y todo parece indicar que nada pasará.
Lo dicho por los funcionarios municipales a Demócrata Norte de México, se está cumpliendo; “la alcaldesa Juana Leticia Herrera Ale, ya pactó con el ex presidente municipal, José Miguel Campillo Carrete, perdonándolo; José Miguel Campillo Carrete, salvó su cabeza política ofreciendo una serie de negocios a la presidenta, que incluyen algunos bienes patrimoniales de Gómez Palacio”, aseguraron a este medio.
Twitter@jmonrreall
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