Impuesto por el CEN del PAN, sin mérito político, es una tabla de salvación para Aispuro Torres
Juan Monrreal López
Enero 25 de 2022
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Durango, Durango. – Quince meses en la Secretaría de Gobierno, le bastaron al desarraigado Héctor Flores Ávalos, para apoderarse de la candidatura del PAN-Durango a la gubernatura, con el apoyo del grupo anayista y miembros del CEN de ese partido, quienes, – según revelaciones realizadas por miembros del CEN panista, Consejeros políticos de Durango, a Demócrata Norte de México, solicitando anonimato-, habrían recibido dinero público cuando el pre candidato de la alianza del PRI-PAN-PRD ocupó la dirección Fiduciaria de Nacional Financiera S.N.C. de los años 2007 al 2011 e incluso, desde que ocupó la Dirección Jurídica de la Secretaría de Turismo (SECTUR) en los años 2003-2005, cuando el secretario era Rodolfo “El Negro” Elizondo Torres, y se autorizaron licencias para casinos, casa de apuestas aprovechando que en esa dependencia se terminó la elaboración de la Ley de Juegos con Apuestas y Sorteos, y , la Ley General de Turismo, aprobadas por un Congreso de la Unión, dominado por la alianza de los partidos PAN-PRI-PRD-PV.
Conocido como “Míster Fideicomiso” entre las élites panistas, Héctor Flores Ávalos, fue una imposición de Marko Cortés y CEN-PAN, al gobierno del corruptazo José Rosas Aispuro, quien aceptó sin chistar la exigencia del centro, con miras a construir alianzas que eviten que le finquen responsabilidades en este sexenio del desastre, donde la corrupción, endeudamiento ilegal, pagos pendientes a proveedores, enriquecimiento ilícito de familiares, amigos, socios, funcionarios públicos, desvíos de recursos, – realizados incluso por su esposa Elvira Barrantes-, créditos ilegales a empresarios, lo mantendrían cerca, casi raspando los barrotes carcelarios, en cualquier país donde medianamente se aplicara la ley.
De hecho, “sin despeinarse”, Míster Fideicomiso, se sacudió de cuando menos otros 5 aspirantes panistas locales, entre otros, al priista que sucedió en la Secretaría de Gobierno, Adrián Alanís Quiñones, -un funcionario con largo historial negro en la administración pública-, que basó la Pax política en la connivencia de la corrupción que existe en todos los niveles institucionales de Durango.
Egresado de la Escuela Libre de Derecho, en la que dice que se tituló en el año 2001, Flores Ávalos, llegó Durango, sin mayor experiencia gubernativa que haber suplido a José Rosas Aispuro en la senaduría, espacio que consiguió por las amistades y componendas con el CEN del PAN, como ya se dijo.
Desarraigado, sin destreza política, nunca pudo conformar equipo que suavizara las tensiones sociales originadas por actos de corrupción prohijados por Aispuro Torres.
Ejemplo de ello fue el conflicto con los pobladores de Dinamita-El 7 Pueblo Nuevo, contra la instalación de la empresa de veneno Chemours, además, el proyecto presidencial de Agua Saludable, en donde ni las manos metió, por citar algunos.
Aislado, encerrado en las paredes del edificio de la dependencia en la que era jefe, Flores Ávalos, sólo conocía Durango, por los informes de los subalternos.
Así pasó básicamente los 15 meses quien debía dirigir la política interna en el estado, mientras el hedor de la putrefacción crecía exponencialmente en las instituciones públicas, haciendo de la descomposición institucional una tapa de estercolero que hoy domina la vida pública de Durango, calificado como el estado más corrupto de México, así como el estado 30, 0 a veces 32 en creación y precarización laboral, según el INEGI.
Con un estado en caída libre en los índices de bienestar humano, Héctor Flores Ávalos, aguardó que los candidatos locales, se movieran, mientras el dedazo del CEN-PAN hiciera público que el candidato del PAN-Durango, era él, el desarraigado, el que pasó 15 meses tras los muros de secretaría de Gobierno, esperando los tiempos en que la orden de hacerlo pre candidato llegara desde la Ciudad de México.
Así, el 18 de diciembre de 2021, el CEN del PAN, atropellando militancia, historiales panistas, personajes que en las encuestas entre blanquiazules aparecieron por encima del dedeado desde el centro, como fue el alcalde de Durango, Jorge Salum del Palacio, el diputado federal, Carlos Maturino Manzanera y el ex secretario de Seguridad Pública, Javier Castrellón Garza.
De hecho, los sondeos mostraron a un Héctor Flores Ávalos, como lo que es, un desconocido en la entidad, un distanciado de la vida política y social desde siempre.
Entonces Flores Ávalos se dio a la tarea de conocer algunas colonias de la ciudad de Durango, e inició un aprendizaje culinario callejero intentando conseguir presencia y reflectores en los medios de difusión coaccionados por los convenios de publicidad que extiende la jefa de Comunicación Social del gobierno duranguense, Verónica Terrones Romero, porque ya “su aliado” en la coalición “Va por Durango”, el priista, Esteban Villegas Villarreal, está muy encima en los sondeos, no sólo por haber iniciado la campaña desde el año pasado, también porque durante seis años ha cachondeado la poca estructura priista que aun existe en los 39 municipios del estado.
Héctor Flores Ávalos “Míster Fideicomiso”
Repartido por miles en todo Durango, un pasquín con la fotografía de Flores Ávalos, intenta narrar de todas las vicisitudes que pasó, el hoy pre candidato de la alianza “Va por durango”, hasta llegar a la posición que hoy mantiene.
Héctor Flores Ávalos, – anayista de corazón-, está muy lejos de ser “el toca puertas” encumbrado que narra en su volante repartido ilegalmente por miles en los hogares y calles de La Laguna, con el que intenta afanoso ser conocido por la militancia del Partido Acción Nacional y cuando menos, ganar cierta presencia a nivel social, – ya muy tarde-, usando ilegítimamente recursos públicos.
Lo cierto es que, en tan sólo dos años de haber egresado de la Escuela Libre de Derecho, sin experiencia, pero si por su diligencia de servilismo, fue colocado como Director Jurídico de la SECTUR del año 2003 al 2005, una de las secretarías con más litigios dentro de la administración federal.
Desde esa posición, en el sexenio foxista, “Flores Ávalos, se vinculó a dueños de casinos y casas de apuestas, aprovechando que en esa dependencia auxilió en la elaboración de la Ley de Juegos con Apuestas y Sorteos y la Ley General de Turismo, sin dejar de mencionar, también, los amarres con empresarios mediate proyectos etiquetados en el Fondo Nacional de Turismo (FONATUR), donde agilizó trámites que le dejaron dividendos, incluidos a dirigentes nacionales del partido”, dejan ver Consejeros Políticos del PAN-Durango, a Demócrata Norte de México, pidiendo anonimato.
Luego, la bonanza se convirtió en la era dorada de Héctor Flores, cuando en el año 2007, en la era de Felipe Calderón en la presidencia, fue nombrado Director Fiduciario de Nacional Financiera, S.N.C., época en que presumía que operaba alrededor de 750 mil millones de pesos a través de 500 fideicomisos, “instituciones siempre cuestionadas, pero cajas chicas del PRI, de los jerarcas del PAN que bajaron recursos de esos fondos directamente a sus cuentas”, expresan a Demócrata Norte de México, miembros del CEN del PAN, pidiendo secrecía.
Abundan:
“Fue El Dorado de Héctor Flores, así como de las cúpulas partidistas y funcionarios de la administración de Felipe Calderón”.
El hoy precandidato panista, también manipuló cuando menos 250 mil millones de pesos, por la vía el servicio de Custodia y Administración de Valores y Efectivo, realizada por Nacional Financiera (NAFIN) “y esos al menos mil millones de pesos, hicieron que Flores Ávalos, se convirtiera en clave para los grupos panistas que detentaban el poder a nivel del partido, pero también en las instituciones”, reafirman las fuentes de Demócrata Norte de México.
Por ello, no fue difícil para Héctor Flores, ser colocado en la Secretaría de Gobierno, y, luego en tan sólo 15 meses en el estado y la dependencia, se apoderarse de la candidatura del PAN-Durango, a la gubernatura.
La realidad es que los aspirantes locales, nunca tuvieron oportunidad.
Héctor Flores Ávalos, factor de confrontación en el PAN-Durango
Desarraigado del estado, sin mayor “mérito político” que vivir servil a las distintas direcciones nacionales del CEN del PAN, al igual que a “las vacas sagradas” blanquiazules, el ex secretario de Gobierno del estado de Durango, Héctor Flores Ávalos, se convirtió en factor de confrontación con el panismo local.
Los blanquiazules locales que hoy mantienen posiciones de poder o aspiran a ocupar alguna, en los hechos boicotean las declaraciones del aspirante solitario, una vez que ellos ya amarraron candidaturas a nivel municipal en acuerdo con el CDE-PRI.
Lo que pase con Héctor Flores Ávalos, poco les importa.
Por ello, a las declaraciones de Héctor Flores, acerca de una posible ruptura, la propia presidente estatal del PAN, Verónica Pérez Herrera, ha dicho que eso es prácticamente imposible.
Así que, Flores Avalos, ha tenido que traer personajes panistas desde el centro de México, para que apoyen su imposición como candidato de la alianza “Va por Durango”.
En este contexto, fue la visita de Damián Zepeda Vidales, – anayista de pura cepa-, quien el pasado 18 de enero, declaró y tuiteó que, “Sería una locura que el PAN no encabece la candidatura a la gubernatura en #Durango, @hectordflores es un excelente perfil, íntegro y moderno, ¡no tengo ninguna duda de que será el próximo gobernador!”.
El asunto es que, con todo y las ilegalidades cometidas por Flores Ávalos, su candidatura no prende; los espectaculares que llenan las principales calles y avenidas de los 39 municipios duranguenses, los volantes que por miles circulan en la calle, las presiones que la jefe de Comunicación Social del gobierno de Durango, Verónica Terrones Romero, ejerce sobre medios de difusión impresos,- que quedan pocos-, radio, televisión, chayoteros, pasquineros, directivos, “columnistas, reporteros “que fueron lanzados a la cruzada de inflar mediante tinta, palabrería, imágenes,a Héctor Flores, simplemente no pega; el propio candidato nada en la inopia, incluso dentro del PAN.
Héctor Flores Ávalos, es un proyecto del CEN-PAN impuesto a un débil José Rosas Aispuro, doblegado por el peso de su corrupción, que busca desesperadamente salvar el pellejo de las rejas.
Flores Ávalos, carece de posibilidades reales de competir contra el precandidato priista, el truhan, Esteban Villegas Villarreal, quien ya demostró que no sabe gobernar más que para sí mismo.
La muestra es la gestión municipal que encabezó en el municipio de Durango, antes de ser derrotado en la contienda por la gubernatura en el año 2016.
Está ya cerca el día que habrá de conocerse el candidato de la alianza del PAN-PRI-PRD “Va por Durango” y está claro que ni Héctor Flores, Esteban Villegas y la candidata de MORENA-Durango, Alma Marina Vitela, no son los indicados para empujar a Durango, a estadios de desarrollo que sienten bases de progreso y elevación de los índices en Desarrollo Humano.
Por lo pronto, Mister Fideicomiso, fue mala apuesta de Aispuro, el gobernador traidor, el corruptazo que intenta evadir la cárcel, luego del saqueo monumental cometido contra el Estado.
Twitter: @jmonrreall
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