Lunes 4 de octubre de 2021, p. 6
Según el filólogo, lingüista e historiador Rodrigo Martínez Baracs, no queda más remedio que aceptar que en unas décadas, al mismo tiempo que se derriten los polos, las lenguas indígenas en México van a estar en un retroceso crítico y muy triste, que ojalá logre revertirse.
A nosotros, los trabajadores de la cultura, no nos queda más que tratar de conservar lo que se pueda de las lenguas y nuestro patrimonio
, sostuvo el también escritor, investigador y académico en la mesa Los tambaleos lingüísticos durante la Conquista y la Colonia, efectuada este sábado como parte del decimosegundo Encuentro de lenguas en riesgo, el cual se realizó a su vez dentro de la 32 Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH).
La lingüista Dora Pellicer Silva, por su parte, se mostró más optimista en cuanto la posibilidad de que el país preserve la diversidad cultural, no sólo de sus 68 lenguas originarias, sino de sus hablantes: Porque hablamos mucho de las lenguas, pero éstas sin hablantes no pueden existir, entonces debemos determinar lo que se debe hacer con la desigualdad y la discriminación en el país
.
La también docente en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) recurrió a lo aseverado por el sociolingüista estadunidense Joshua Fishman, respecto de que el bilingüismo no tiene que sustituir a la lengua materna. Lo que desplaza a una lengua cuando entra en contacto con otra es la desigualdad social, ni siquiera la diferencia mayoritaría. No es cuestión de cuantificación, sino de discriminación social. Eso es lo que lleva al despla-zamiento de nuestras lenguas
.
Proponen un camino viable
Uno de los caminos más viables para preservar y mantener vital la comunicación indígena, en su opinión, es el que ella denomina bilingüismo interno
, al cual definió como la capacidad de los hispanohablantes de emplear otra lengua, pero no extranjera, sino alguna de las 68 originarias. Puntualizó que el bilingüismo interno únicamente lo manejan los indígenas –según datos del más reciente censo, 90 por ciento de los hablantes indígenas son bilingües con el español–, aunque aclaró que se trata de un bilingüismo no permanente
, pues los hablantes luego dejan de lado sus lenguas maternas.
De acuerdo con Dora Pellicer, es importante advertir que no se puede luchar contra la globalización ni pensar que el mantenimiento de las lenguas tiene que ver con la comunidad, el encierro y la diferencia.
Consideró que para asegurar que aquéllas que tienen mayor número de hablantes permanezcan, es esencial que los hablantes de español empiecen a comunicarse con los indígenas también en la lengua de éstos, que empiecen a conocerlas.
Es importante que los hispanoparlantes se acerquen a los sistemas de comunicación indígenas, y el espacio en donde podemos tener esta aproximación es la escuela, desde la primaria; desde que los niños tienen seis, siete u ocho años empiecen a hablar, a jugar, a aprender en esas lenguas
, destacó.
No entiendo por qué en la escuelas se pide saludar en inglés o francés, ¿por qué no hacerlo en náhuatl o en zapoteco? Verdaderamente es absurdo; ¿por qué no podemos tener un bilingüismo interno, siendo que existe el conocimiento y la habilidad lingüística al hablar una segunda lengua, da lo mismo que sea en inglés, francés, japonés o en maya, pame o náhuatl. Y el hecho de hablar lenguaje indígena no impide el conocimiento de un idioma extranjero
.
En la mesa participaron, además, los investigadores Francisco Barriga y Alonso Guerrero Galván.
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