En Nuevo León, un nuevo mundo se convulsiona en torno al agua….
RAÚL A. RUBIO CANO
Agosto 27 de 2021
El arribo al poder político del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha implicado una Revolución de las Conciencias para poder instaurar el gobierno de la Cuarta Transformación en México. Es condición vital en este devenir, la lucha contundente, contra la Corrupción y la Impunidad, sin ello, es imposible construir una nueva realidad en bien de todos, preponderantemente los pobres, y de la Madre Naturaleza. Llama la atención en todo este proceso civilizatorio, el recordar que los pueblos se conforman y definen sus nuevos caminos siempre al lado del agua. No hay civilización sin el acceso a ella, sin sus usos y costumbres para su disfrute, para su salvaguarda, para su preservación hacia nuevos horizontes de existencia comunitaria y ambiental; la ausencia de la misma, crecimiento de nivel o invasión de ésta, es la muerte para los pueblos. Y vaya coincidencia con estos enunciados si nos referimos a nuestro estado. El desarrollo de la laboriosidad en el Nuevo Reino de León por dos siglos, se lo debemos a los indios Tlaxcaltecas, no al judío converso que vino a estas tierras huyendo de la voracidad de los Reyes Católicos, pero tanto unos como otros. no pudieron echar sus reales sin la existencia de manantiales, arroyos y ríos. El primer asentamiento tlaxcalteca indicado por el gobernador Martín de Zavala (1646), estaría al lado del hoy río San Juan, en Cadereyta y antes, el asentamiento fundacional del Nuevo Reino de León, al lado del extinto (superficialmente) río Santa Lucía (1577), hoy centro urbano de la ciudad de Monterrey. No profundizaré en el tema de esos momentos fundacionales y sus desarrollos (que hay mucho que decir de ello), pero, sí tomaré en cuenta que las luchas por el agua abren escenarios muy singulares para los pueblos en cuanto su existencia y desarrollos. De frente al establecimiento nacional de la 4T, hay una revolución de las conciencias donde el agua es preponderante para ese México justo y digno que queremos construir, hoy se pelea por ella a lo largo y ancho del país y son las fuerzas populares, la vanguardia de las luchas por el agua y donde también, las mezquinas oligarquías y funcionarios del mal gobierno Neoliberal, han buscado la manera de colarse. En el caso local, la lucha contra Monterrey VI, quiso ser un zarpazo Neoliberal de 64 mil millones de pesos que el pueblo pagaría por 30 años, éste fue bloqueado por la indignación popular, en esa lucha la oligarquía local buscó mangonear el asunto con la creación del Fondo de Agua Metropolitano de Monterrey y el Consejo de Nuevo León (cueva para planear sus fechorías por el Grupo de los 10, en materia del acceso y manejo a la obra pública, le llaman “planeación estratégica”. Tal Consejo es un ente anticonstitucional a la verdadera obra de un buen gobierno); en fin, fue la dirección popular de esa lucha contra Monterrey VI, la que estableció Amparo y descubrió más de 40 expedientes para haber metido al bote a Los Medina, todo se le entregó al entonces diputado local, Samuel García (Pinochín) de MC pero, se acordó con el PRIAN y “la sabiduría” de Fernando Elizondo (Geppetto), catafixiar ese material para que fundamentara el establecer la Subprocuraduría Anticorrupción; precisamente, lo que parecía una buena idea, para ahora sí, poder llevar a fondo el proceso indagatorio y penal contra los Medina y sus cómplices, no pasó de ser un instrumento de presión para el mismo Medina y el Bronco. Sería la lucha del agua por un pueblo y contra tan fraudulento proyecto como el Monterrey VI, lo que aparentemente abrió el camino para desatar una lucha institucional, desde el Estado, contra la corrupción e impunidad, y se nombró para dirigir a tal Subprocuraduría, al abogado Ernesto Canales Santos, que a la sazón de los hechos, fue el primer Fiscal Anticorrupción de México, pero todo quedó en eso, en una vil faramalla para presionar entre bandidos, los 40 documentos quedaron “durmiendo el sueño de los justos”, pero, fue un caso de lucha popular por el agua, el que desató el imaginario institucional del Estado (a Geppetto), para haberse dado un muy serio paso en la evolución humana y sus instituciones en la entidad, pero, definitivamente: “perro no come perro” Dándose cuenta de tal tomada de pelo y la encampanada que le dieron, Canales Santos, escribió un libro que denuncia toda esa barbarie que se vive en materia de corrupción, se titula: “¿Cómo nos arreglamos?” Ed. Grijalbo, 2018. Y en el caso de “Monterrey VI” (Op. Cit. p.148) comenta: “La elección del Bronco detuvo este contrato que le hubiera significado al estado una deuda multimillonaria y un aumento de más del doble en el costo del agua para sus habitantes. La constructora Higa aparece en el contrato y las preguntas del párrafo anterior ahora se revierten: ¿Se está transfiriendo recursos estatales al presidente Peña Nieto? ¿Será un repago por servicios o un depósito a ser devuelto? Pese a la cancelación por parte del Bronco, el caso de Monterrey VI quedó en tentativa de delito. ¿Llegaremos a saber por qué se firmó el Monterrey VI cuándo había opciones más económicas? ¿Qué plan jugó la familia de Medina en esta instrumentación? ¿Es cierto, como se dice, que la familia de Medina tenía 50% de este negocio? ¿Para sí o para otros? ¿Lo sabremos?” En la nueva conformación del país y su Revolución de Conciencias, mucha corrupción e impunidad de unos cuantos pillos va saliendo a flote. En este contexto de lucha, por nuestra agua, los organismos civiles como el Colegio de Abogados de Nuevo León, RENACE, Huerto de los Leones y St. Mary University, organizan presentación del insigne libro de Ernesto Canales Santos, en el Centro Cultural “Dramático”, Barrio Antiguo, el próximo 9 de septiembre de 4 a 6 pm. Reservaciones con Lic. Marielena Núñez buna@prodigy.net.mx 81 83 40 6760 Haga reservación a tiempo, espacio limitado a 30 personas y se entregarán documentos a los asistentes relacionados con Anti Trust Law ¡Órale! raurubio@gmail.com
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