Raúl A. Rubio Cano
Septiembre 17 de 2021
Bien valdría la pena cuestionarse ¿Qué hay detrás de la acción de la bancada de Morena en el Congreso del Estado de Nuevo León? para haber querido destituir a la coordinadora de la misma, Anylú Bendición Hernández, el pasado miércoles. De los cuatro diputados de Morena que salieron del pasado proceso electoral, una de ellos, Guadalupe Guide Kawas, diputada por la vía plurinominal, como luego se dice: “le llegaron al precio” y se fue a Movimiento Ciudadano. Sin embargo, la desinflada y emproblemada diputación de Morena, no ha quedado allí, ya que el citado miércoles por la mañana, Jéssica Elodia Martínez (llegada por representación proporcional) y Waldo Fernández (por plurinominal) solicitaron mediante escrito en Oficialía de Partes del Congreso, que Anylú Bendición fuera destituida de coordinadora y ése puesto lo ocupara Jéssica Elodia; sin embargo, el escrito no se leyó en asuntos de cartera y fuentes diversas al interior del Congreso aseguran que esa solicitud estaba mal fundamentada. Además, sólo llevaba las firmas de Jéssica y Waldo, pero no la de Anylú. Informando las notas en medios del día de ayer, que Anylú se encontraba en la Ciudad de México buscando recursos económicos para el desarrollo y bienestar de su estado, precisamente en el Congreso de la República, cuando sus supuestos “compañeros” de bancada, buscaban destituirla. Parte de esas notas dan como un hecho la destitución de Anylú, pero -quienes sí cumplen con su oficio como reporteros- expusieron que la “intentona” de destituir a Anylú no había procedido y de que se espera el próximo lunes otras medidas de Jéssica y del Waldo, para lograr su fin: el de quitar a la única diputada de Morena que sí fue elegida por el voto popular en las urnas del Distrito de Escobedo. No faltó también ayer, que la columna de “Los infiltrados” del periódico ABC, culpara de esa intentona a la leyenda urbana de Abel Guerra, que porqué Anylú andaba haciendo campaña para ser alcaldesa de Escobedo ¡Por favor! De plano le recomendamos a esos “infiltrados” que se infiltren bien en la realidad de las cosa y sucesos de la oligarquía Regia y sus agentes, que de plano busquen otros argumentos para explicar el “canibalismo político” que más que Jéssica, el tal Waldo, está practicando para hacer de Morena una “piltrafa legislativa” en la entidad. Lo mismo que en la Legislatura pasada desarrolló Alfredo Treviño, con la pobre de Claudia Tapia, pero hoy por lo visto Treviño va de la mano con Waldo. Los días pasan y conforme se mueve Waldo Fernández, más y más, va quedando claro su interés para “Hacer Comunidad” a favor de los oligarcas locales, para servirle al gobernador electo de Samuel García (que por cierto, fue a dar el Grito con los Filibusteros de Texas, los mismos que en su tiempo combatió Catarino Garza, primer revolucionario fronterizo que se levantó en armas contra Porfirio Díaz y las ratas del Sur de Texas, las mismas familias que hasta hoy, siguen mezcladas en los más turbios negocios de la frontera Texana, sin faltar sus contactos y alianzas “estratégicas” con los oligarcas Regios y sus títeres de la política). En fin, de no cuajar las cosas por buen camino para las misiones siniestras de Waldo, ya se habla de que tiene listas las maletas para irse a la bancada de Movimiento Ciudadano o de Independiente, de veras, cuánta falta le hace a Waldo leer “La cartilla Moral” de Alfonso Reyes. Porque como dice el Presidente AMLO: “No se puede tener investidura política, si no se tiene investidura moral” ¡Órale!
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