RAÚL A. RUBIO CANO
Agosto 23 de 2019
Desde hace días no ha dejado de llover en la periferia del área metropolitana de Monterrey; no digamos en la “gran fábrica de agua” que es Parque Nacional Cumbres de Monterrey. Antier llovió seis horas en el cañón del Huajuco, también en el cerro de la Silla, es más, hasta en Las Puentes, en San Nicolás, cayó un aguacero muy sabroso. Sin embargo, una campaña mediática muy a destiempo (porque ya llegó el agua), se ha desatado para asustarnos de que podemos quedarnos sin ella, si no llueve en estos meses: algo prácticamente imposible. La historia hídrica nos habla de fuertes caídas de agua dos veces al año en la entidad y sus montañas, como es el caso de las aguas de primavera y las aguas del final del verano. Por eso, ayer nos extrañó ese tipo de periodismo alarmista y, realmente sin fundamento científico, en el periódico El Horizonte, a pesar de que hablan de que consultaron “expertos” en el tema hídrico, como el ingeniero Alfredo González-, reportaje que despierta muchas suspicacias, al darle vuelo de que vivimos un “estrés hídrico” y de que se necesita una infraestructura “ad hoc”, para no llegar al “Día Cero”, es decir, a quedarnos sin agua, poniendo de ejemplo el caso de la India. Pareciera que todo suena lógico y realmente puede ser posible, sí y sólo sí, seguimos teniendo el tipo de técnicos ignorantes en materia hídrica para la entidad, y no digamos, las raterías que han caracterizado el manejo del agua pública. En primer lugar, estos técnicos “expertos en agua” sólo guardan una visión extractivista del vital líquido, fundamentalmente del agua superficial, y muy poco del agua subterránea, la cual según cálculos de la CONAGUA se tiene mínimamente unos 7 mil millones de metros cúbicos; es decir, 7 presas de El Cuchillo en el subsuelo de nuestra metrópoli; un mundo de agua, por el que va el grupo Alfa y esa empresa trasnacional implicada en la muertes de Gadafi en Libia, para haberse quedado con su agua; también, quieren esa agua la empresa canadiense Rocket y vaya que les urge todo ese botín. Tal vez por eso, se queja El Horizonte de que no tenemos el Monterrey VI por culpa de El Bronco, cuando fue un movimiento de la Sociedad Civil el que tumbó ese proyecto de 64 mil millones de pesos y, con aguas de excedentes del Pánuco por dos meses al año, por lo tanto, no iba a haber agua, sino muchos billetes para los Medinas y sus cuates. Por eso, a esa lucha cívica contra Monterrey VI, le entró la codicia del Grupo de los 10 y formó el Fondo del Agua Metropolitano de Monterrey, con su Plan hídrico 20-30, su presa Libertad, otro adefesio hídrico y base de nuevas raterías y, que ya va también en picada, porque ahora tenemos un presidente honesto y una SEMARNAT realmente defensora del medio ambiente. Por eso, ante tanto fracaso hídrico en aguas superficiales y sus presas, a las ratas del agua, no les queda otra que arreciar el agandalle en el subsuelo, olvidando que el agua es un Bien Nacional y la aplicación de las acciones de remediación, regenerativas y de replicación en la obtención del vital líquido, temas, de verdaderos expertos, no de ignorantes o pillos del agua ¡Órale! raurubio@gmail.com
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