RAÚL A. RUBIO CANO
Septiembre 2 de 2019
Viene el huracán Dorian desde las Bahamas, golpeando a esas islas catastróficamente ayer por la noche y, se espera pegue en La Florida y de ser así -aunque ya se habla de su desviación hacia el Norte-, su fuerza es tal (Categoría 5, con vientos de 259 km/hora), que posiblemente atraviese la península de La Florida de seguir su línea recta hacia el Oeste y llegue a Tampa (sitio donde se asegura hace unos 500 años, Alvar Núñez Cabeza de Vaca, exploraría y ante su naufragio, recorrería el sureste de los Estados Unidos y llegaría a Mazatlán años después). Dorian podría, ante su fuerza, internarse en el Golfo de México, sitio donde ya se empieza a formar otro huracán y eso, tal vez avivaría y potenciaría al mismo Dorian y llegaría ese impacto del poderoso meteoro, a las costas de Tamaulipas y respectivo impacto en Nuevo León y sus montañas. La cosa es seria y sometida a la incertidumbre misma que luego manifiestan esos fenómenos meteorológicos de increíbles dimensiones y destrucciones impresionantes por donde fincan su curso. Así las cosas, los vientos que llegan al área metropolitana de Monterrey en estos días, viene desde el noreste, acarreando los contaminantes de las 13 colonias fundadoras de USA, no digamos los contaminante de las zonas petroleras norteamericanas en las costas del Golfo de México, siendo la más cercana el caso de Houston y los campos de Fracking en el Valle de Texas, por lo tanto, la toxicidad del aire metropolitana en estos momentos es muy grave, por los más diversos contaminantes industriales y urbanos, no digamos de la contaminación atmosférica de lo que hoy se considera la “Ciudad Cáncer” (Filadelfia) por su alta incidencia de casos en cáncer, atribuibles de la cercanía de esa ciudad a reactores atómicos (ya hablaremos de ello). Por lo pronto, consterna, que los estudios locales sobre contaminantes del aire que respiramos se circunscriban a fuentes locales, cuando además de ellas, tenemos las masas de contaminantes que nos llegan del este y sur de los Estados Unidos o, hasta el caso de las arenas del Sahara en los meses de febrero y marzo, inclusive hasta de los desiertos de la China o de Arizona y Nuevo México. Lamentable que a estas alturas la ONG, Observatorio del Aire, no haya profundizado en el tema de esa contaminación que nos llega del exterior o, de que el Centro Mario Molina esté en la misma línea que otros estudios, sólo viendo fuentes internas de nuestra localidad o lo que es peor, que a la fecha siga siendo un misterio las conclusiones de su estudio realizado en la entidad porque según Manuel Vital, secretario de Desarrollo Sustentable, en el CONACYT no se ha autorizado su divulgación, es un estudio confidencial, dijo (ABC 28/8/2019). Así, mientas impere en la localidad esa visión limitada o misteriosa para tratar el caso de la contaminación del aire que todos respiramos, por nuestros supuestos hombres de ciencia y pésimos funcionarios, los vientos huracanados nos siguen llegando, con la peor contaminación que nos podamos imaginar. Por ello, enhorabuena con el Gobierno de la 4T, y el papel del secretario de la SEMARNAT, Víctor Toledo, quien hace días en reunión sobre consulta Popular N 9 del Programa 2019-2024, comentó a la ONG Sierra Gorda, que “la conciencia ecológica es irreversible” ¡Órale! raurubio@gmail.com
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