RAÚL A. RUBIO CANO
Enero 16 de 2019
Por fin el gobierno federal está poniendo los ojos y apuntando sus fusiles de todo tipo a eso que llama “Lavado de Dinero” en Nuevo León y, más en particular en el área metropolitana. Basta recordar que nuestra contaminada metrópoli es el asiento del mayor número de activos financieros del país y obviamente, es en donde la mayor lavandería del billuyo, pues, tiene que estar aquí, ni modo que esté en Oaxaca. Una realidad que por 36 años de Neoliberalismo la fueron consolidando y corrompiendo a Tirios y Troyanos y, todo era así en ese mundo Neoliberal de economía ficción y política ficción. Hoy, el poder de la economía para sanear a los Estados Unidos de América, ha obligado a dar la batalla a esa realidad que desde el gobierno de Richard Nixon había venido pudriendo la fuerza de trabajo de Norteamérica por el Alcohol, el Tabaco y las Drogas;un tercio del salario de los trabajadores gringos, se va en tales venenos y por eso, desde el 15 de Agosto del año pasado, se firmó el Plan Chicago, en la ciudad de Chicago, para luchar contra la delincuencia organizada y principalmente, el desmantelar el camino de su dinero y con ello, promover una economía más sana libre de drogas y demás maldades de la delincuencia organizada; como también, el de quitarles su dinero y formas de especular con él. La llegada del presidente Donald Trump, al poder político de los Estados Unidos, está abriendo el camino hacia la búsqueda de un economía a favor del capital productivo y no especulativo como se fue armando desde Nixon, realidad hoy más que evidente ya que se estima que para algunos analistas unos 60 mil millones de dólares llegan del Narco a México; es por eso, que el juicio del Chapo en Nueva York y demás rufianes que lo acompañan, es una de las caras de esa guerra que ya empezó entre los neoliberales saqueadores de todo lo que se les ocurre llevarse y las nuevas fuerzas económicas y políticas de un modelo económico apegado a un capital productivo que permita elevar la productividad y el desarrollo social de ese gran bloque económico que se pretende que sea América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México). La guerra al Huachicol es otra faceta de esa guerra al Neoliberalismo que construyó el Salinismo desde 1982, actividad de robo de combustibles que al año extrae un monto de 65 mil millones de pesos y de los cuales la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) cuyo titular es Santiago Nieto, ya ubican 20 mil millones de pesos en Nuevo León. Paso a paso, el PEJE y su Cuarta Transformación avanzan y sabe perfectamente, que si no seca las fuentes donde la delincuencia organizada se nutre, la posibilidad de cambiar México es imposible. Por otro lado, la Delincuencia Organizada sabe que, si no da la pelea, sus maléficos negocios creados en los últimos 36 años, desaparecerán. Así que Pa’l baile vamos ¡Órale! raurubio@gmail.com
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