Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán Enríquez
Enero 10 de 2019
Nuestro país cuenta con casi 32 millones de jóvenes entre los 15 y los 29 años (INEGI-2017) y poco más de 33 millones de niños menores de 15, estos 2 rangos suman el 52.8 por ciento de la población total nacional.
Sobra decir que esta proporción es importantísima para el presente y el futuro de México, su integración a los procesos de desarrollo es trascendental para ello es indispensable ofrecerles niveles más altos de educación y mejor preparación para un aprendizaje continuo que abarque toda su vida, con lo cual se aseguraría el avance hacia una sociedad más igualitaria.
Esta semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador puso en marcha el programa, Jóvenes Construyendo el Futuro, un proyecto estratégico para la atención de este sector al que durante décadas se abandonó cerrándoles las puertas a las oportunidades de progreso.
La atención a los jóvenes es un componente de mínima justicia social y de humanismo mediante el cual se desterrará el estereotipo de los “ninis” que indica flojera y que los estigmatizó cuando las políticas públicas hacia ese sector eran disfuncionales o inexistentes; la población joven en estas condiciones representa el 22 por ciento de este rango, los jóvenes vulnerables en condiciones de pobreza extrema o moderada alcanzan más del 87 por ciento (STyPS).
El proyecto contará con un presupuesto de 44 mil millones de pesos para atender inicialmente al menos a 2 millones 300 mil jóvenes los que serán coparticipes de un modelo de responsabilidad compartida entre los sectores público, social y privado que abrirá espacios y apoyos para la capacitación de la juventud a fin de desarrollar competencias técnicas y hábitos de trabajo que les permitan incrementar sus posibilidades de ascenso laboral para el futuro.
El programa, Jóvenes Construyendo el Futuro incluirá a las 32 entidades federativas y su objetivo es brindar oportunidades de capacitación en el trabajo para jóvenes entre 18 y 29 años que no trabajan y no estudian mediante una beca mensual de 3 mil 600 pesos, y el acceso a un seguro médico que se ofrecerá a través del IMSS durante el periodo de permanencia en el programa.
De acuerdo con los lineamientos del programa, la capacitación será un proceso continuo de enseñanza-aprendizaje que se realizará por medio de tutorías directas en el centro y el proceso de trabajo con el propósito de asegurar una experiencia que a su vez certifique el desarrollo de habilidades técnicas y las posibilidades de permanencia laboral en un empleo u oficio.
Además, la Contraloría Social, que conforme al artículo 69 de la Ley General de Desarrollo Social, se define como el mecanismo de los beneficiarios para verificar el cumplimiento de las metas y la correcta aplicación de los recursos públicos asignados a los programas de desarrollo social, verificará el cumplimiento de los objetivos y la correcta aplicación de los recursos asignados al proyecto a fin de prevenir actos de corrupción.
Es importante puntualizar que el programa dará prioridad a los solicitantes en zonas de etnias originarias mayoritariamente y con altos índices de violencia. Luisa María Alcalde Luján, secretaria del Trabajo y Previsión Social informó que el proyecto comentado se publicó en el Diario Oficial de la Federación.
Este es un programa específico de empleo y educación, porque es necesario enfrentar la violencia que afecta a las y los jóvenes, que son la población mayoritariamente desaparecida o asesinada por la delincuencia organizada y la más indefensa, sobre todo las mujeres jóvenes.
Esta política dirigida a la juventud está orientada integralmente a sus derechos humanos y es un componente crucial de la agenda de la Cuarta Transformación porque ellos son el tesoro de México y los actores claves del desarrollo con igualdad en este País.
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