RAÚL A. RUBIO CANO
Agosto 15 de 2018
“Amar a Dios en tierra de indios” fue una frase acuñada por la entrega de esos misioneros de la fe católica, que se internaban en la Gran Chichimeca, para difundir el Santo Evangelio a las poblaciones originarias y que obviamente, dichos pobladores los veían como enemigos y parte importante del aparato de la conquista y colonización; sin embargo, había que socializar la fe católica y demostrar a pesar de los rudos tratos y hasta la pérdida de la vida, el amor a Dios para extender su palabra. Hoy, de frente al proceso para establecer lo que AMLO ha llamado la Cuarta Transformación de México, implica verdaderamente enfrentar la arraigada corrupción e impunidad que se ha magnificado en los últimos 30 años con las políticas Neoliberales en todo el país, por eso, a su designación para presidente por más de 30 millones de mexicanos -hartos de tanta maldad de unos cuantos-, AMLO ha nombrado a 32 delegados estatales y 264 delegados regionales, para que los recursos económicos federales lleguen directo al pueblo, sin intermediarios y evitar así, el drene en “moches” y demás triquiñuelas de Gobernadores y Presidentes Municipales, una práctica que el Neoliberalismo llevó a niveles impresionantes de saqueo. Así, estos delegados estatales y regionales ejercerán el amar a México en tierras de salvajes neoliberales. En el caso de Nuevo León, la delegada es Judith Díaz, de tradición panista, pero que en el reciente proceso electoral se puso del lado de esos 30 millones que buscan a través de AMLO, otro país más justo y digno para todos. El reto para Judith es tremendamente grande, porque en Nuevo León, se asienta uno de los poderes económicos más poderosos del país y de muy fuerte vinculación trasnacional, Esta oligarquía, ha sabido hacer simbiosis con personajes de la talla de los Bush, Soros y el mismísimo Carlos Salinas de Gortari, quien por lo visto, todo indica que ha entrado en acción –cual león herido- para formar trincheras de muy diversas modalidades al avance de lo que ya empieza a ser el movimiento no sólo político, sino popular de la Cuarta Transformación. Las acciones infundadas en contra de la maestra Lupita Rodríguez del PT, para denigrar su obra educativa de los CENDIS y buscar someter a ese partido en la alianza con AMLO y ahora, para cancelar su diputación, habla de esa injerencia, no de los Medinistas, sino del “innombrable” que se está jugando desde sus originales tierras, una verdadera guerra de desgaste a AMLO para que llegue hecho pedazos el primero de diciembre y que se garantice entre otras cosas, un Congreso del Estado domesticado al tradicional poder oligárquico y seguir con el saqueo de los dineros del pueblo. Judith, llega en ese escenario de una “guerra de amplio espectro” impulsada por esas mentes y fuerzas reaccionarias contra la Cuarta Transformación del país. Es Judith una valiente y capaz mujer que no está sola, cientos de miles queremos verla cumplir con su encomienda y ayudaremos para ello ¡Órale! raurubio@gmail.com
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