Horizonte ciudadano
Rosa
Esther Beltrán Enríquez
Agosto 23
del 2015
Para nadie es nuevo que vivimos en un país fracturado, con una sociedad
estática, resignada al estancamiento económico, al retroceso continuo del
bienestar social, al avance de la pobreza, a la inseguridad y a la desigualdad
extrema en una sociedad que se mueve en reversa.
El acceso a los servicios de calidad en la salud, la educación y el
acceso a la alimentación, entre otros, presentan una visible regresión.
En el IMSS la decadencia sigue siendo una tendencia dominante, los
derechohabientes saben bien de ello; durante el mes de agosto la Coordinación
de Prestaciones Económicas, División de Pensiones ha estado solicitando a los
pensionados, documentación para la actualización de datos, diariamente la
ventanilla atiende, de las 8am a las 3pm y la fila comienza a formarse desde
las 7 de la mañana.
Los que tienen suerte esperan 2 horas, pero la mayoría lo hace de 3 a 5 y
no hay sillas, la generalidad son adultos mayores; en muchos casos, la larga
espera puede ser inútil porque falta algún documento, de hecho la
Coordinación hizo cambios a las primeras instrucciones que implicaron el
recorrido de los pensionados por el SAT, luego dio marcha atrás, ahora sólo
pide 5 documentos.
Conviene enfatizar que sólo hay un empleado para atender, no sólo a los
pensionados que firman por supervivencia sino a los que acuden a la actualización
de datos y otros casos referentes a prestaciones económicas.
Sin duda, la actualización de datos requiere más tiempo que la atención a
los que firman la supervivencia porque implica la revisión de varios
documentos, en parte eso explica la tardanza.
Sin duda habría muchas alternativas para evitar estas largas esperas para
los adultos mayores, muchos de los cuales van enfermos; una opción, la más
evidente podría ser que un empleado provisional atendiera a los que acuden sólo a la actualización de
datos con numeración de turno en mano, otra,
que los directores aplicaran sus neuronas para que los usuarios, en la
generalidad adultos mayores tuvieran una atención respetuosa y expedita. Pero,
a quien le importa.
Los directores de las clínicas miran impávidos a los ancianos tras horas
de espera desvaneciéndose de fatiga, pero
no les importa y José Luis Dávila Flores es uno de tantos funcionarios
opacos y desinteresados respecto a sus responsabilidades, lo correcto sería que
renuncie.
Esta semana, representantes de organizaciones civiles, convocados por el
Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador
Zubirán", señalaron que para hacer
cumplir los derechos de los enfermos es imprescindible que los ciudadanos
conozcan el marco jurídico porque 9 de cada 10 pacientes desconocen sus derechos
y obligaciones por lo que es preciso promover y traducir las normas a fin de
que los ciudadanos de a pie exijan y se atrevan a ejercerlos, porque la gente
enfrenta cada día la mala atención
médica, no hay entrega oportuna de medicamentos, sigue la discriminación por
condición de salud, por género y por raza.
Lo que se percibe es la voluntad política del gobierno federal para privatizar
la seguridad social: se eliminan
medicamentos, se limitan servicios y aún nos falta mucho por ver; en Coahuila
vamos por el camino de la ruina, Rubén Moreira, la megadeuda y la corrupción nos
conducen claramente a la bancarrota.
Posdata
El ICAI, el INAI, instituciones públicas y organizaciones de la sociedad
civil, articularán esfuerzos para
convertirlos en políticas públicas que promuevan el diálogo, la colaboración,
la co creación y la atención de los principales asuntos públicos para la generación
de beneficios colectivos; para ello convocan a la elección de los Enlaces
Regionales en el ejercicio de un Gobierno Abierto.
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