Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán Enríquez
Agosto 11 de 2015
En este país, mientras la pobreza aumenta, el gasto en propaganda política también aumenta de manera desmesurada, lo cual no deja de producir irritación porque vemos con cuanta veleidad y ligereza nuestros impuestos van a parar a la basura, vea.
El año pasado la Presidencia de la República elevó su gasto en un 60.2 por ciento respecto a lo autorizado por la Cámara de Diputados en el Presupuesto federal. Resulta que el gasto aprobado fue de 2 mil 200.5 millones de pesos para 2014, pero el gobierno de Peña Nieto terminó gastando 3 mil 525.5 millones, o sea, mil 325 millones más.
En la explicación que se detalla en la Cuenta Pública se establece que el incremento se debió a que el rubro de Apoyo a las Actividades de Seguridad y Logística para Garantizar la Integridad del Ejecutivo Federal se duplicó al pasar de 909 millones a mil 868 millones de pesos; casi 2 000 millones para proteger a un gobernante inútil, cuyo ejercicio no presenta resultados, lo cual se palpa en la desconfianza de la población hacia el Gobierno del Presidente Enrique Peña que aumentó de 66 a 72 por ciento de abril a agosto, según una reciente encuesta (04-08-15-GRUPO REFORMA).
Hubo otros rubros que igual registraron aumentos, como Apoyo Técnico de las Actividades del Presidente, que registró un incremento de 27.7 por ciento, servicios generales, 58 por ciento y las remuneraciones para el personal de carácter transitorio el aumento fue de 256 por ciento; estas son cifras que provocan pasmo pues es seguro que en estos rubros entraron las joyas y vestidos de la Gaviota y sus hijas y los de los multitudinarios séquitos de los 8 viajes monárquicos que realizó Peña Nieto el año pasado.
En cambio la Secretaría de Salud, que tenía asignados, 130 mil 264.7 millones no ejerció 9 mil 437 millones de pesos que habían sido aprobados para 2014, lo que equivale a un 7 por ciento menos de lo asignado y la Secretaría de Desarrollo Social disminuyó casi un 5 por ciento lo asignado al pasar de 111 mil 211.2 millones a 106 mil 134.8 millones menos.
Lo mismo ocurrió en Comunicaciones y Transportes y Medio Ambiente que presentaron subejercicios de 14 mil 118 millones y 2 mil 876 millones de pesos, respectivamente. Ya sabemos que los subejercicios se convierten en las cajas chicas de los funcionarios que hacen repartos discrecionales a los medios premiando o castigando según los traten y las que salen ganando son las televisoras que este año se embolsaron el 34 por ciento del gasto anual en comunicación.
Lo cierto es que el gasto en propaganda oficial es un barril sin fondo en el cual se vacía y se pierde la promesa que hiciera Peña Nieto al inicio de su administración de regular la publicidad oficial en la no se registra ningún avance, al contrario, durante los dos primeros años el gobierno federal ha derrochado más de 10 mil 800 mdp en publicidad oficial (en pesos de 2014). Este ejercicio de recursos públicos se caracteriza por sobre-ejercicio continuo como los mostrados y una ausencia de reglas claras (Fundar).
En Coahuila para comprar la complacencia, según el presupuesto de egresos de 2014 se gastaron en comunicación social, 742 Millones y al concluir este año serán 830, 449 Millones; la pobreza en Coahuila está creciendo, el año pasado aumentó un 10.82% o sea, 86 mil 500 personas más, estas cifras colocaron a la entidad entre los seis estados con los más altos índices de crecimiento de la pobreza (Coneval).
Posdata
Los periodistas mexicanos exigimos justicia expedita y aclaración inmediata del asesinato de Rubén Espinosa y de la activista de derechos humanos y sus compañeros. Exigimos seguridad para el ejercicio de nuestras actividades de información y opinión. Basta de ineficacia y complicidades.
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