Octubre 24 de 2007
Entrevistado en la alcaldía, un trémulo Ricardo Rebollo, habló como miembro de ese grupo corporativo. Anunció que dejarían de ser
surtidores del Ayuntamiento, pues se constituiría el comité municipal de adquisiciones.
“No se les va a comprar ni un solo centavo a ninguna empresa de la familia Rebollo, sea cual sea el giro”, dijo ante los micrófonos de los medios. Con ello, reconocieron las irregularidades cometidas en contra de varias Leyes del estado, luego de varios años de señalárselos, situación que por cierto no les había preocupado, ya que incluso, Ismael Hernández Deras, había salido en su defensa arguyendo que no existía problema legal alguno.
Prohibido por varias leyes de la administración pública, esta familia, nunca debió vender nada a las administraciones en los últimos tres años. Los códigos legales del estado, impiden a cualquier funcionario o familiar con parentesco hasta el cuarto grado; vender, prestar servicios como contratistas o arrendar algo a los gobiernos.
Pero en Durango, nadie cuestiona al gobernador. Tampoco a las autoridades; pese a que estén al margen de la Constitución. Por lo mismo, los Rebollo siempre se escudaron con argumentos tan pueriles como, “somos los proveedores que damos más barato, por eso vendemos al municipio (Ricardo dixit)”, a modo que esta explicación bastara para atropellar las normas de la administración pública.
Publicado por Demócrata Norte de México, desde el año 2006, el tema fue retomado nuevamente por esta publicación en julio de este año, antes que cualquier medio regional; pero el asunto de la proveeduría del “grupo empresarial Rebollo”, aun no concluye.
La Subsecretaria de gobierno en la Laguna de Durango, Rocío Rebollo, más la presencia del propio Ricardo, en la alcaldía gómezpalatina, convierten en ilegales las ventas que puedan facturarle al gobierno del estado, o algún otro municipio de la región, el llamado “grupo empresarial Rebollo”.
De allí que sólo hayan reculado a medias.
Persistentes violadores de la ley
Sin tomar en cuenta los años que José Rebollo Acosta, atropelló las leyes desde el poder público, fueron estos tres últimos años, en que los Rebollo Mendoza, se hincharon de dinero ilegal producto de las ventas que realizaron a la administración duranguense en sus niveles municipal y estatal.
Desde entonces, Ricardo, como Secretario de desarrollo económico, y Rocío, como Síndica municipal, se encontraban impedidos para vender lo que fuere a los gobiernos locales. Pero eso no les importó. Es ahora que el asunto amenazaba con convertirse en escándalo que cedieron a regañadientes, pero sólo a medias.
La ambición política de Ricardo de aspirar a la gubernatura, lo contuvo, pero sólo en parte.
Pese a que la Ley de Responsabilidades de los servidores públicos del estado, Ley orgánica del municipio libre del estado de Durango, Ley de arrendamientos, adquisiciones y servicios del estado de Durango, la Ley de obra pública; prohíben expresamente aprovechar el puesto gubernamental para constituirse en proveedores de las dependencias; los Rebollo, surtieron orondos en los pasados 3 años, con el contubernio del propio Ismael Hernández.
Rejegos a soltar la marmaja que representa proveer a las entidades públicas, con aire de perdonavidas, Ricardo Rebollo, instruyó a unos regidores ignorantes de su función, para que vertieran toda una serie de gazapos legales en defensa del “grupo empresarial Rebollo”, protección que obviamente el propio Ricardo Rebollo, asumió. Esta no es la primera, ni desgraciadamente la última ocasión que los regidores priístas dan la espalda a las leyes de Durango.
Las declaraciones de Ricardo y sus amigos
En plena sesión de cabildo, Rebollo Mendoza, quiso aclarar lo oscuro de sus ilegalidades. Intentó hacer creer que las leyes son elásticas y balbució, “es falso que yo haya violado la ley si en los primeros meses del gobierno se le compró mercancía a los negocios familiares, ya que la ley es clara y prohíbe la venta a familiares (sic) de la persona que decide la compra (sic) y como en este caso son los regidores quienes dan los vales a la gente, son ellos los que tiene la decisión de compra (resic)”.
Antes, un imberbe e ignorante octavo regidor juvenil priísta, Raúl Antonio Meraz Ramírez, embrolló, “no es posible que por un comentario (sic) de un diputado local panista se vaya perjudicar la economía de la gente que viene con nosotros a pedirnos apoyo para terminar de construir su casa”, pero en nada aludió las leyes que prohíben esto.
Al fin de cuentas Meraz Ramírez, siente que la regiduría se la debe a Ricardo; que está al servicio del alcalde; no para normar la administración municipal.
Después, Ricardo, con todo el dolor del bolsillo explicó ante los medios, “no se les va a comprar ni un solo centavo a ninguna empresa de la familia Rebollo, sea cual sea el giro. Lo he comentado y aquí lo refrendo ante ustedes los medios… las Madererías alianza, todo lo que es nuestro grupo empresarial, que tiene más de 40 años trabajando, no participará”.
Tal como siempre debió haber sido. Los favores no los contempla la legislación.
Los boletines
Existen medios regionales que lejos de informar se han convertido en voceros de los funcionarios aunque violenten la ley. Dichos medios, se encuentra más preocupados por facturar publicidad que cumplir su función informativa. Cada quien. Sin embargo, sería bueno que urgentemente Xochitl Maldonado, jefa de comunicación social municipal, tome un curso de capacitación; pues aunque los periodistas afines, - gracias a las prebendas que reciben de esta funcionaria-, dicen que es una gran profesional, hasta ahora, sólo ha demostrado que aprendió muy bien las mañas e ilegalidades de su ex jefe Amaury Alvarado, jefe de comunicación social del gobierno de Durango, en eso de repartir sobres color manila rellenos de embutes, sin ninguna justificación legal.
Ojee usted, estimado ciudadano, los boletines oficiales de la página del ayuntamiento y conocerá porque.
Por lo pronto, a su pesar, con el dolor en el bolsillo, “el grupo empresarial Rebollo”, reculó, aunque sea a medias.