RAÚL A. RUBIO CANO
Marzo 30 de 2020
Vaya sueño que tuve el pasado sábado en la madrugada y, como todo sueño, luego hay mucho de verdad, exageración y mentiras. Resulta que soñé que don Eugenio Garza Sada, con su tradicional traje negro, camisa blanca bien planchada, corbata de un rojo profundo y zapatos cómodos y bien lustrados, asistía a Palacio Nacional en días pasados, para visitar al presidente, Andrés Manuel López Obrador. El motivo de esa visita, era nada menos que agradecer sus atenciones por salvar lo poco que queda de esas empresas que él impulso y también agradecerle que haya mandado al carajo –junto con el pueblo de Mexicali- a la empresa Constellation Brands del grupo cervecero Modelo y que ya pasó a manos en 2012 a la empresa de origen belga, Anheuser-Busch, la misma que produce las cervezas Budweiser y Stella Artois, entre otras. El agua que consumiría Constellation, sería un atentado no sólo para la ciudad de Mexicali, sino para el hoy pueblo Mágico de Tecate, su infraestructura turística y en sí, la destrucción de una producción cervecera que data desde 1944 que empezó produciendo 700 hectolitros al año y hoy, anda en más de 400 millones de hectolitros por año, donde el 40 % se va a Estados Unidos; una empresa que cervecería Cuauhtémoc la adquiriría en 1955 y desde entonces, la pujanza de esa planta ha sido ejemplar, así como ejemplar es la relación con la comunidad del municipio de Tecate, demostrando ampliamente su papel como una empresa socialmente responsable. En 2014, la cervecera Tecate, en su 70 aniversario, realizó magno evento conmemorativo y desde 2010, la cervecera Tecate ha sido integrada al sello Cuauhtémoc-Moctezuma-Heineken. Pero, la cosa no sólo quedó allí, don Eugenio, lamentó ante el presidente, el mal comportamiento de quienes han sido personajes claves en llevar a cabo la vida de Cervecería Cuauhtémoc y demás convenios que se fueron estableciendo hasta trasnacionalizarla y perder su arraigo nacional y su sentido social de empresa responsable, como fue por muchas décadas desde su fundación. Cuestionó, el viejo jerarca empresarial, las campañas de odio contra la persona del presidente salidas de las oficinas del Diablo Fernández, las acciones de “veleteo” de Carlos Salazar Lomelí, que por cierto, ha andado muy rejego con el Presidente AMLO en las últimas semanas y no digamos, la campaña insultativa y mentirosa del “Frankenstein” de Gilberto Lozano, que lo creó el otrora Grupo Monterrey, para que fuera ejerciendo liderazgo empresarial y ha terminado en alguien que no ha dejado de ser un grosero con el Presidente AMLO. En fin, vaya sueño que tuve, que demuestra que el Presidente López Obrador, Víctor Toledo de la SEMARNAT y la CONAGUA, lograron que la detención del proyecto Constellation Brands, de una trasnacional que ya ni es de la mexicana Modelo, desatara no sólo una crisis hídrica en la región Tecate-Mexicali, con implicaciones en Tijuana, sino el que no se mermara la planta cervecera de Tecate, que la llevaran a la quiebra con muy diversas estrategias; una planta de los empresarios regios y de feroces cerveceros holandeses, como son los de Heineken y, de pasada también, la destrucción del tren desde Mexicali y demás infraestructura turística, sociales y productivas del pueblo mágico de Tecate. De veras, ese Diablo Fernández, el tal Carlitos Salazar y el chiflado de Lozano, no saben a quién realmente le tiran. Definitivamente, el proyecto de la Constellation Brands, fue un proyecto rapaz del periodo Neoliberal de Peña Nieto, hoy, con el nuevo régimen que se va consolidando con el gobierno de la 4T, de lo que se busca es el equilibrio de factores entre el Capital y el Trabajo Asalariado, como se constata en la Carta Magna de 1917, para nada, se busca favorecer a capitales voraces de hombres y saqueadores de los recursos naturales. De veras, al despertar de tan indicativo sueño, pude reflexionar sobre la impresionante estupidez empresarial Neoliberal, que busca hacer de las suyas y presionar al Presidente por todos lados, sin siquiera darse cuenta que el Presidente les está salvando el pellejo a esos capitales que con amplio sentido social, Don Eugenio, supo manejar y engrandecer y tal vez, por eso, al nacer el régimen Neoliberal en los años setenta del siglo pasado, bajo la dupla Nixon-Kissinger, don Eugenio les estorbaba mucho a los saqueadores Neoliberales de los bienes del pueblo, de la Naturaleza y de los propios capitales nacionalistas que ya se habían formado e iban viento en popa y por eso, buscaron eliminarlo, porque su muerte sigue siendo una intriga, algunos dicen: un crimen de Estado…¡Caramba! tanta estupidez Fifí, Neoliberal, contra el Presidente AMLO, que ya no dejan descansar a los vivos, no digamos a los muertos ¡Órale! raurubio@gmail.com
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