jueves, 11 de julio de 2019

¡Priistas, viejas tristezas, mismas prácticas!


Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán Enríquez
Junio 25 de 2019
El doctor José Narro decidió renunciar al octogenario Partido Revolucionario Institucional, el PRI en el que militó durante 46 años. El distinguido saltillense deja su querido partido debido a una insultante actuación de los directivos en el proceso de selección de un nuevo presidente de ese instituto.
El ex aspirante consideró que, en esta elección interna, el rpriismo volvió a las formas centralistas y autoritarias que se creían superadas y denunció falta de democracia interna y la lejanía de la militancia.  Ante esa renuncia hay voces que expresaron que Narro significaba la mejor oportunidad para construir un partido sólido e independiente.
Con la renuncia del saltillense, vino  un pequeño desfile de renuncias y denuncias de encumbrados y eminentes priistas, y los que pretendían competir por  la presidencia secundaron a Narro en su crítica al proceso interno para renovar la dirigencia, algunos dijeron que parecía que el PRI está empeñado en autodestruirse, criticando los contradictorios dichos de la todavía presidenta, Claudia Ruiz Massieu  ante un  partido que se ha visto literalmente fragmentado, roto, dividido,  ella resaltó que  el registro de varias candidaturas se efectúo con apertura y transparencia. ¿Y las críticas y las denuncias y renuncias? Según Claudia, o pasa nada, todo va viento en popa, como su tío, “ni los veo, ni los oigo”.
Alejandro Moreno, ‘Alito’ fue tildado de “chapulín” al no respetar el voto que lo llevó a la gubernatura de Campeche en la que debió fungir hasta el 2021 y fue acusado de haberse enriquecido de manera inexplicable, además de involucionar el proceso de elección de la dirigencia que ha estado viciado por las viejas prácticas de la cargada y el acarreo, ¡viejas tristezas! las costumbres son leyes, dice el adagio y los reclamos de los militantes y aspirantes  a los cargos muestran que cambiar al octogenario partido va más allá de la utopía.  
El inefable, priista de viejo cuño, Mario Flavio Beltrones, anunció que no acudirá a votar el 11 de agosto porque considera que el padrón del partido es irregular, asimismo, Beatriz Pagés, diputada federal renunció al PRI.
La renuncia del también coahuilense Rogelio Montemayor al tricolor igualmente cimbró a la opinión pública, porque él fue un fiel e incondicional aliado del “Grupo Compacto”, formado por jóvenes tecnócratas antipopulistas conocidos como los “Chicago Boys”, con Manuel Camacho y Carlos Salinas de Gortari a la Cabeza, con ellos  el Estado mexicano perdió la rectoría del Estado y se la entregó al mercado y los pobres y marginados fueron abandonados a un capitalismo salvaje y bajo las frías reglas  de un mundo globalizado; en esta etapa se vendieron más de 1,000 empresas descentralizadas, algunas con razón, otras sin verdadera justificación, en Coahuila AMHSA se vendió a Alonso Ancira y Xavier Autrey Maza.
Ancira fue detenido en España acusado de haber vendido a sobreprecio una planta de fertilizantes a Pemex (Forbes), de la que, presuntamente don Rogelio fue socio. Montemayor ahora es presidente del Clúster Energía Coahuila cuyo principal objetivo es llegar a explotar el gas Shale, aunque esta actividad ha sido prohibida por el actual gobierno federal.
En su misiva, Montemayor denuncia como seudo elección la del 11 de agosto de la nueva dirección del PRI. Subraya que en la elección de 2018 la ciudadanía envió al PRI un mensaje muy claro: … “basta de corrupción, impunidad e inseguridad, basta de soberbia y desapego de las necesidades populares…fueron demasiados personajes a quienes el partido llevó a cargos…que han saqueado y endeudado a sus estados (¿cómo dijo, alude a alguien de Coahuila? podría ser más claro doctor), personajes corruptos y cínicos que abusaron de su cargo…
La hegemonía priista terminó con Peña Nieto y su derrumbe, ahora se muestran incapaces de redimir a su institución, prefieren agotarse en el jaloneo que reconstruirse. Ellos eligen. 

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