RAÚL A. RUBIO CANO
Junio 6 de 2019
Ayer 5 de junio se celebró el Día mundial del Medio Ambiente, y no sabemos si como acto en referencia a tan importante fecha internacional o, como trámite obligado ante la presión de más de 150 mil firmas de indignados ciudadanos y denuncia de hechos de reconocidos ambientalistas y organismos de la Sociedad Civil el pasado 9 de mayo a CONAGUA, ésta entregó “acuerdo en atención a denuncia de hechos” (Oficio BOO.811.02.02.-0274 (19)) en las oficinas del abogado, Mariano Núñez González, quien lleva el caso de invasión y violación con malla ciclónica por Desarrollo Inmobiliario Omega, S. A. de C.V., al ecosistema del Arroyo El Calabozo, ubicado en terrenos del Parque La Estanzuela y afluente que brota del Área Protegida del Parque Nacional Cumbres de Monterrey (PNCM). (Monitor Político, 9 y 13/5/2019). El Arroyo El Calabozo, insistimos, se encuentra dentro del polígono del PNCM, abastece de agua potable a la ciudad de Monterrey desde 1908, y esas aguas se unen con las del Río la Silla, entre los municipios de Monterrey y Guadalupe, aguas que llegan al Río Santa Catarina y San Juan; por lo tanto, el Arroyo El Calabozo, presta servicios ambientales como fábrica de agua, filtra el aire, refresca la temperatura, controla erosión, captura carbono, es un nicho de especies muy diversas y además, es espacio Público Federal, un bien considerado de la Nación según el Artículo 27 Constitucional, párrafo quinto, como lo menciona el citado Oficio de CONAGUA. Agrega ese Oficio que, desde el 22 de enero de 2019, la inmobiliaria Omega, solicitó delimitación de zona federal del Arroyo El Calabozo, pero esa solicitud “aún está en proceso de análisis y validación técnica” o sea, no tenían por qué instalar malla ciclónica sobre el margen izquierdo del Arroyo El Calabozo a lo largo de 1,180 metros “considerándose que entre un 80 a 90% de esta trayectoria se colocó en cauce y zona federal”. Así, el 22 de mayo pasado, la CONAGUA, mediante respectivos Oficios de visita de inspección y resultados a la zona del conflicto, se le informó a Omega, S.A. de C.V, “la clausura y acordonamiento de la zona o área ocupada”. Solicitándose la remoción de la malla ciclónica en un término no mayor de 10 días o, en caso contrario, se procedería a su remoción con apoyo de autoridades estatales o municipales. Sin embargo, aunque el periódico ABC, ya anunció que el municipio de Monterrey anda quitando la malla ciclónica y ambientalistas despistados o serviles al gobierno Bronco aplauden lo sucedido, el abogado Núñez y expertos serios en el tema, consideran que el Oficio de CONAGUA es laxo en sus medidas para el caso, porque no finca responsabilidad alguna, ni civil, ni penal, ni administrativa, mucho menos ambiental; CONAGUA, debe de dar parte a 26 autoridades que le solicitan ambientalistas en la denuncia de hechos del 9 de mayo y en concreto, al Ministerio Público, como lo señala el Artículo 54 de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental, por haberse atacado un ecosistema. No se han estimado los daños en servicios ambientales por esa estructura antrópica que dañó fauna y flora, las evidencias están en la ciudadanía inconforme, medios, e instrumentos jurídicos y técnicos ¡Pa’l Baile Vamos! raurubio@gmail.com
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