RAÚL A. RUBIO CANO
Febrero 5 de 2019
El pasado viernes en el Colegio Civil, centro cultural universitario de la UANL, se rindió homenaje a los cien años de vida del periódico El Porvenir. El decano de los medios locales, ya que un 31 de enero de 1919, arrancó su labor informativa y cuestionadora de la realidad metropolitana que buscaba incorporarse a los nuevos desarrollos que había que asumir para ir saliendo del proceso armado de 1910. A la cabeza de su fundación, va Jesús Cantú Leal y el poeta colombiano, Porfirio Barba Jacob y, un pull de empresarios y políticos locales. El Porvenir en sí nace bajo una óptica para informar y cuestionar una realidad que se iba metamorfoseando en los nuevos caminos del México revolucionario, una realidad no de un grupo en sí y para sí, sino un grupo que ponía su visión en el horizonte regional y nacional, de ahí que posteriormente, se le conocería como “El periódico de la frontera” y usted lo podía conseguir, en buena parte de las ciudades fronterizas de Texas, Coahuila y Tamaulipas, prácticamente, el territorio de las viejas Provincias de Oriente, conformadas por las Reformas Borbónicas en 1750. El arraigo que fue ganando El Porvenir, en la región noreste del país, fue tremendo, y a ello correspondió con innovaciones de equipos modernos para su época, en su impresión en papel, como posteriormente, en ser innovadores en toda América Latina en el uso de computadoras para esa producción. Mientras el país crecía a tasas promedio de 6 por ciento del PIB, El Porvenir también crecía en la socialización de su información y a la muerte de don Jesús, su hijo, Rogelio Cantú Gómez, tomaría las riendas de esa empresa con mayor decisión y rumbo, y donde se demostraba, que en sí, no era una empresa para sólo hacer dinero, sino sobre ello, estaba el gran interés de informar oportuna y verazmente del devenir metropolitano, nacional e internacional (“Sí lo leyó en El Porvenir: es cierto”); pero además, de agregar elementos críticos, con sus plumas comprometidas con la realidad de aquellos años, lo cual esto último le daba la razón de ser para trascender de la “mezquindad” económica al interés general de colaborar para hacer una digna metrópoli y un país más justo para todos: ese es el sagrado corazón de El Porvenir. Una de sus pruebas máximas, fue precisamente jugársela ante el presidente de la República, Miguel Alemán Valdés, para lograr la construcción de la Ciudad Universitaria, del entonces UNL. Posteriormente, a la llegada del Neoliberalismo (1982), quien sólo privilegió la difusión de la noticia a modo y según quien la pagara, bárbara realidad que llevó al Porvenir a 36 años de sobrevivencia ante la brutalidad Neoliberal. Hoy, ese sufrimiento empieza a pasar, mientras que, para otros medios, el pueblo cansado “de tanta pinche transa”, los empieza “a mandar a Chihuahua a un baile”, por más que avienten incienso sobre la tumba de papá Bush. La Cuarta Transformación los está mandando al basurero de la historia y sólo los medios que ven un mejor horizonte para todos y la Madre Naturaleza, sobrevivirán dignamente ¡Órale! raurubio@gmail.com
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