Fue cerca del río Bravo pasando el municipio de Guerrero, estaban semienterrados bajo un árbol y otros en un arroyo. Los delincuentes metían a sus víctimas y les prendían fuego
viernes, 31 de enero de 2014
Piedras Negras, Coahuila.- Como parte de los trabajos de búsqueda de personas desaparecidas en municipios del norte del estado, autoridades federales y estatales encontraron un sitio cerca del río Bravo donde grupos delictivos se deshicieron de tanques de acero en los cuales incineraron a sus víctimas.
"Las personas no fueron asesinadas en este lugar y tampoco incineradas, seguramente eso ocurrió en un sitio cercano, posiblemente en uno de los ranchos vecinos y aquí venían a ocultar los tambos", dijo un comandante de la Policía del Estado que participa en el operativo.
Temprano, el contingente de más de 200 policías, peritos en criminalística y bioquímica, militares, marinos y agentes del Ministerio Público, abordo de camionetas y camiones blindados se enfiló sobre la carretera Piedras Negras-Nuevo Laredo y, aproximadamente 15 kilómetros después de la cabecera municipal de Guerrero, dobló a la izquierda hasta llegar al río Bravo.
Buscaban cementerios clandestinos
Los agentes policiales e investigadores peinaron la zona como lo vienen haciendo desde el lunes en su recorrido por ranchos, graneros, bodegas y predios del norte, con la ayuda de perros entrenados para detectar restos humanos y en columnas humanas de 30 metros compuesta por cadetes de la Policía Investigadora y del Grupo de Armas y Tácticas Especiales (GATE).
Un grupo de agentes federales y estatales llegó a las vegas del río y con la ayuda de varas de acero buscó entre el agua y los matorrales algún indicio para encontrar posibles cementerios clandestinos.
Mientras eso ocurría, otros agentes y peritos localizaron dos tanques de acero aplastados y semienterrados abajo de un árbol y otro más estaba escondido en un arroyo entre pedazos de leña y hierba.
Desintegración de cuerpos
De acuerdo con peritos, los narcotraficantes utilizaban los tanques para desintegrar a sus víctimas, a quienes introducían y les prendían fuego.
"En tres o cuatro horas el cuerpo de una persona está completamente desintegrado, convertido en carbón", dijo uno de los médicos legistas que forman parte de la expedición, a manera de explicar el horror.
Los tanques fueron asegurados y en las siguientes horas los peritos los revisarán para tratar de encontrar fragmentos de huesos o de piel que pudieran ayudar a identificar a personas con reporte de desaparición.
En tanto, en 48 horas la subprocuraduría para la investigación y búsqueda de personas no localizadas en Coahuila tomó las declaraciones ministeriales de unas 20 personas, entre exalcaldes, policías y exjefes policiales de municipios de la región, pues habrían omitido datos o permitido el tráfico de drogas, de personas, secuestros y asesinatos.
Infonor Temprano, el contingente de más de 200 policías, peritos en criminalística y bioquímica, militares, marinos y agentes del Ministerio Público, abordo de camionetas y camiones blindados se enfiló sobre la carretera Piedras Negras-Nuevo Laredo y, aproximadamente 15 kilómetros después de la cabecera municipal de Guerrero, dobló a la izquierda hasta llegar al río Bravo.
Buscaban cementerios clandestinos
Los agentes policiales e investigadores peinaron la zona como lo vienen haciendo desde el lunes en su recorrido por ranchos, graneros, bodegas y predios del norte, con la ayuda de perros entrenados para detectar restos humanos y en columnas humanas de 30 metros compuesta por cadetes de la Policía Investigadora y del Grupo de Armas y Tácticas Especiales (GATE).
Un grupo de agentes federales y estatales llegó a las vegas del río y con la ayuda de varas de acero buscó entre el agua y los matorrales algún indicio para encontrar posibles cementerios clandestinos.
Mientras eso ocurría, otros agentes y peritos localizaron dos tanques de acero aplastados y semienterrados abajo de un árbol y otro más estaba escondido en un arroyo entre pedazos de leña y hierba.
Desintegración de cuerpos
De acuerdo con peritos, los narcotraficantes utilizaban los tanques para desintegrar a sus víctimas, a quienes introducían y les prendían fuego.
"En tres o cuatro horas el cuerpo de una persona está completamente desintegrado, convertido en carbón", dijo uno de los médicos legistas que forman parte de la expedición, a manera de explicar el horror.
Los tanques fueron asegurados y en las siguientes horas los peritos los revisarán para tratar de encontrar fragmentos de huesos o de piel que pudieran ayudar a identificar a personas con reporte de desaparición.
En tanto, en 48 horas la subprocuraduría para la investigación y búsqueda de personas no localizadas en Coahuila tomó las declaraciones ministeriales de unas 20 personas, entre exalcaldes, policías y exjefes policiales de municipios de la región, pues habrían omitido datos o permitido el tráfico de drogas, de personas, secuestros y asesinatos.