RAÚL A. RUBIO CANO
Enero 20 de 2020
Ayer domingo 19 de enero, en el centro cultural Feel Grow, en el Barrio Antiguo, sitio de ejemplar conservación arquitectónica y reconocido por la Academia Mexicana de Arquitectura ¡Qué mejor sitio! para que un grupo de académicos, periodistas, urbanistas, universitarios, convocados por el Colegio de Abogados de Nuevo León, A.C., conmemoraran los 196 años de la Primera Cátedra de Derecho, en el Nuevo León salido de la guerra de Independencia. Esa primera cátedra fue impartida por Alejandro Treviño, en el contexto de un vivo carácter universitario que impulsó, nuestro diputado federal, Fray Servando Teresa de Mier, en el Congreso de la República, y permitía con ello (hoy conocemos esa disposición como: RVOE) el llevar los estudios del Seminario Conciliar de Monterrey a un plano de ciudadanización para establecer la cultura del Derecho en la entidad y extender ese influjo académico, a todos los estados de la naciente República, porque México así lo exigía, para poder aniquilar el dominio imperial establecido por España y pasar al México independiente del naciente Siglo XIX. El evento conmemorativo fue un Debate-Café entre los participantes y quedó en evidencia la gran crisis de la Cultura del Derecho en los últimos 36 años de brutal Neoliberalismo. Un debate moderado por el arquitecto y urbanista, Helios Albalate (Alumno de Gaston Bardet, urbanista reconstructor de la Europa salida de la segunda guerra mundial) y donde, las intervenciones del rector del Colegio de Abogados de Nuevo León, licenciado, Juan Manuel Cardona y del licenciado Mariano Núñez, director de asuntos ambientales de esa institución, pusieron en evidencia la barbarie jurídica, claramente desarrollada con toda intención, para la apropiación de tierras y aguas por particulares en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey (PNCM); se evidenció la maldad y la vil ignorancia en materia de Derecho, de los tres niveles de gobierno que operan en Nuevo León, para entregar un Parque Nacional a zares inmobiliarios y empresas cerveceras y refresqueras (cartel de la Tierra y cartel del Agua). Las intervenciones del arquitecto paisajista Rodrigo Velarde (fundador del primer grupo ambientalista de Monterrey en 1988) y del doctor en geociencias, Igor Ishi Rubio, fueron contundentes en poner el acento de la lucha ambiental, ciudadana, de la relación Geología y Estado; igualmente, la acción del Trabajo Social en tal debate por la doctora Magdalena Rangel y la voz del profesionista en ingeniería química ambiental, Alonso Albalate, evidencian todos ellos, lo mucho que se puede hacer para salir de la ignorancia o la maldad en el conocimiento del Derecho; en sí, de la incultura en esta disciplina que supuestos defensores del medio ambiente (verdaderos agentes –privados y gubernamentales- de los carteles de la Tierra y del Agua en la entidad), han venido profesando, practicando en más de tres décadas de gobiernos Neoliberales. Así las cosas, la celebración de 196 años de la primera cátedra de Derecho, incitan al combate jurídico y a sinceras movilizaciones populares para que conjuntamente, en la ambientación de la Cuarta Transformación que hoy encabeza AMLO, se coadyuve en el rescate y protección del PNCM. La nueva delimitación que se llevó a cabo del PNCM, en el gobierno de Ernesto Zedillo, si bien es cierto que no se realizó la respectiva reglamentación para su operación, fue porque así se dispuso a nivel de los gobierno Neoliberales estatales y federales (Julián de la Garza, subsecretarios de Ecología del Estado, con Canales, lo dejaron con borrador de Reglamento ex profeso, y amenazaron a Fernando Seriñá, quien era director de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas en Nuevo León, con llevarlo a la cárcel para que no siguiera insistiendo en tal Reglamento). Sin embargo, eso de la ausencia del Reglamento es una falacia y puede ser atacada bajo la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental, de la Ley de Bienes Nacionales, la Ley de Aguas Nacionales y del Código Penal Federal (Aplicable en toda la República para los delitos de orden federal. Véase; Capítulo Vigésimo Quinto, ahí está la normatividad para todo tipo de cuidados ambientales y donde, México cumple así, con los planes internacionales de cuidados ambientales 2030). ¡Falso! Que no exista normatividad como lo dijo el ignorante Procurador del Ambiente del Estado y con serios problemas de conflicto de interés para tal puesto, Raúl Pedraza y, demás asistentes a debate en el tema organizado por El Norte (16/1/2020). También, la semana pasada, las despistadas diputadas u orientadas por el USAID, Claudia Tapia e Ivonne Bustos -porque lo mismo están haciendo con los parques nacionales en USA, para saquearlos vilmente-, hablaron de “Recategorización del PNCM” y pasarlo a “Área de Protección” y ya, hasta el malintencionado Patronato de ese parque, que dirige Fernando Elizondo, habla de poner guardias privados; en sí, todo para transgredir el decreto presidencial de dicho Parque Nacional y llevarlo a un pedazo de tierra más, de los Zares inmobiliarios, cerveceros y refresqueros, valiéndose también de ilegales amparos y demás triquiñuelas jurídicas, quedando claro, el papel de Elizondo en ello, porque mucho saldrá a flote con la compra de terrenos para fraccionar a ejidatarios de El Potrero en irrisorias cantidades en pesos por el metro cuadrado y que hoy, se venden en miles de dólares. Definitivamente, con la llegada de la 4T las cadenas de la barbarie jurídica local se van rompiendo, a la luz de las enseñanzas y propósitos de hace 196 años, impulsados por Alejandro Treviño y el incansable Padre Mier ¡Órale! raurubio@gmail.com
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