martes, 1 de octubre de 2019

Faltan procuradores para defender al Río Potosí de la contaminación…feliz cumpleaños a la zona Metropolitana de Monterrey…


Sigue perdida el Acta original de Fundación del 20 de septiembre de 1596…
RAÚL A. RUBIO CANO
Septiembre 20 de 2019
Tiene que haber muertos para que las autoridades intervengan, dice la gente, y por lo visto, esto es lo que está pasando en los derrames cíclicos de excremento y orines vacunos que se generan por las fuertes lluvias de primavera y del final del verano, desde la empresa Desarrollo de Engordas Estabuladas (Denes) al río Potosí; en esta ocasión, principalmente el muerto es la Madre Naturaleza. Lo grave de ello, no sólo es la afectación de las aguas que posiblemente irán a la presa Libertad, de construirse (como desde hace mucho lo hemos dicho); inclusive, el periódico El Norte desde hace años ha levantado nota de las denuncias por campesinos ante esos escurrimientos y hablado de obras que se desarrollaron para detener tal contaminación de desechos vacunos que siempre habían llegado al río Potosí, desde que Denes se estableció en Montemorelos. Hoy “el interés tiene pies” porque el gobierno Bronco busca construir el súper cuestionado Proyecto presa Libertad y por eso, ante las exhibidas mediáticas que se han venido presentando y, hasta denuncia legal de ejidatarios por falta de agua del río Potosí, han mandado al Procurado Ambiental, Raúl Pedraza a inspeccionar ese incidente. Sin embargo, lo que hasta la fecha no se ha puesto atención, es en haber actuado desde hace ya muchos años, debido al impacto que ha sufrido la zona por la contaminación del tipo de alimentos que consume el ganado estabulado y las consecuencias de miles de toneladas de esos desechos vacunos que es de suponerse han afectado la flora y la fauna, las aguas superficiales y subterráneas y, a la población de campesinos “aguas abajo” incluyendo Tamaulipas. Todo un capítulo de investigación que amerita ya el estudio de ese impacto ambiental, mucho muy grave y real con tiempo transcurrido y consecuencias aún desconocidas por el consumo de transgénicos y químicos en la alimentación del ganado y su choque anti natura con flora y fauna y seres humanos, ello es mucho más grave que los deseos de hacer una presa para el beneficio de unos cuantos. Por lo tanto, esta realidad de contaminación no es un asunto solamente de un procurador ambiental del Estado de Nuevo León, como Raúl Pedraza (que profesionalmente ha sido Notario Público y tiene conflicto de intereses al igual que su jefe Manuel Vital, secretario de Desarrollo Sustentable del Estado, por ser desarrolladores). Nos preguntamos varios ambientalistas: ¿Dónde están los otros Procuradores? Como el de PROFEPA, que debe de aplicar la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental para la determinación de delitos y presentarlos ante el Agente del Ministerio Público Federal ¿O qué no hay delitos, sólo amonestaciones para este caso? ¿Dónde está el juez de aguas en la zona afectada? ¿Dónde está el Procurador de CONAGUA que debe de actuar a la luz de la Ley de Aguas Nacionales? No digamos, el Procurador Agrario y todos los que faltan como contra parte por el estado de Tamaulipas; es más ¿Dónde está el Procurador por el lado de la Iglesia Católica? del arzobispado de Linares y Monterrey que deben de actuar a la luz de la Encíclica Laudato Sí. El caso es muy grave y la respuesta Legal y Moral debe de ser contundente; de lo contrario, al no existir actuaciones en defensa del Medio Ambiente por ese pool de Procuradores en esta realidad multifacética de contaminación, todo será pura vacilada y de un evidente comportamiento ilegal del gobierno Bronco, municipios implicados y la Federación ¡Órale! raurubio@gmail.com

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