RAÚL A. RUBIO CANO
Mayo 10 de 2019
Ayer, un tsunami de solicitudes de recibos de honorarios de trabajadores del Estado de Nuevo León, empezaron a ser demandados a sus contadores para el pago de honorarios del presente mes de mayo. Así, sin haber realizado trabajo alguno en dos terceras partes del citado mes, los jefes de estos burócratas les han dicho “¡Órale! apúrenle, necesitamos esos recibos de Mayo” y otras cosas más que luego platicaremos. El hecho es que surgen dos cuestionamientos: ¿Será que el gobierno Bronco es hoy un alma caritativa y pagará por adelantado el trabajo de sus empleados? O, ¡El Bronco ya se va! Y por lo visto, es esta segunda realidad la que pareciera más obvia a ese hecho de solicitar por adelantado los recibos de labores a tales trabajadores. Así que, pa’l baile vamos y empiecen a cruzar sus apuestas por su favorito para encabezar el nuevo gobierno estatal. Definitivamente, la mencionada salida del Bronco empieza a ser ya algo más definido, no sólo por haber perdido la contienda electoral con el PEJE o, por las declaraciones del Narco ex fiscal Nayarita, Edgar Veytia, en Nueva York, sino, sobre todo, por las acciones últimas que se les han permitido a los Zares Inmobiliarios para que despeluquen terrenos a diestra y siniestra y se permitan obras que afectarán severamente las dinámicas de existencia de nuestra metrópoli. El caso de haber puesto a la cabeza de Parques y Vida Silvestre del Estado, al cuestionado biólogo Roberto Chavarría, es parte de esa estrategia de devolverles la copa a esos empresarios inmobiliarios que apoyaron al Bronco para llegar a la gubernatura y su campaña a la presidencia. Así las cosas, estamos asistiendo al fin del bunker Neoliberal que se quiso construir en Nuevo León (recordemos que somos el estado con mayor Inversión Extranjera Directa) y que ante las movilizaciones por gente harta del capitalismo salvaje (que en mucho los Medina fueron guapos en ese saqueo y siguen metiendo su cuchara), pues, se generó un repudio popular y las nuevas inversiones que vendrán por el lado de Black Rock, señalan otro mundo, no digamos, las tareas de conformación del gran bloque de América del Norte, en donde se habla hasta de socialismo en USA con Bernie Sanders o, de un nuevo capítulo de luchas de la clase obrera y sus sindicatos, donde un personaje clave es Napoleón Gómez Urrutia y la Confederación Internacional de Trabajadores, como también, sus relaciones con la AFL-CIO, incluyendo sindicatos canadienses, quienes obviamente, serán las locomotoras de estos nuevos cambios y, en todo ello, hasta al Consejo Nuevo León (organismos de los diez grupos empresariales más importantes en la entidad), están ya tomado en serio y orgánicamente, partido por AMLO y la Cuarta Transformación; allí están los discursos de Carlos Salazar Lomelí del CCE, que brincó para el lado del PEJE y Black Rock y, están mandando al carajo al Geppetto de Carlos Salinas y su Pinocho de El Bronco (Ver: ¿Qué hacer? Carlos Salinas de Gortari. Ed. Planeta. México, 2011). Se va El Bronco, pero viene un puente político-económico entre empresarios locales y la 4T y en eso, Waldo Fernández, está que ni mandado hacer ¡Órale! raurubio@gmail.com
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