miércoles, 19 de diciembre de 2007

Jorge Hernández Guerra, ofrece billetes por “putear” a Guillermo Anaya

Hace 20 meses fue escrito este texto. En ese momento, como ahora, se resaltaba el papel ilegal y sin control que ahora asumen los asesores de los políticos, - gobernadores, alcaldes, diputados -, que con lisonjas aprendieron a engañar, sobre todo, cuando los funcionarios son inexpertos, por no decir torpes.

Es en esta situación, - aunada a las pugnas panistas que esencialmente siguen dándose y se agudizarán-, que el llamado camaleón, Jorge Alberto Hernández Guerra, de facto Vicepresidente de Torreón, se mueve a sus anchas; operando recursos municipales sin ningún control, bajo la total complacencia del alcalde virtual, José Ángel Pérez Hernández.

Se rescata este documento de las hackeadas páginas de Demócrata Norte de México, que muestra algunos elementos de las pugnas panistas, - cuyo centro es y seguirá siendo, Guillermo “memo” Anaya, el compadre número uno de Calderón -, pero sobre todo, esta memoria se recupera en atención a los lectores que quieren conocer el origen y el papel que juega en la administración municipal, el expriísta, Jorge Alberto Hernández Guerra.

Diciembre-19 -2007


Jorge Hernández Guerra, ofrece billetes por “putear” a Guillermo Anaya


Por Juan Monrreal López
Abril-14-2006


Torreón, Coahuila.- Sumidos en una profunda confrontación política contra el grupo que lidera el senador Jorge Zermeño, la camarilla que encabeza el alcalde panista de esta ciudad, José Ángel Pérez Hernández, se encuentra diligente por echar abajo, con tierra y lodo, a quienes considera los rivales más fuertes en la próxima disputa por la candidatura a la silla gubernamental coahuilense.Por el momento, las baterías se encuentran concentradas sobre José Guillermo Anaya Llamas, exalcalde de Torreón y aspirante a ocupar una curul en el Senado de la República.
El zermeñismo mantiene una fuerte reyerta histórica contra la caterva de Juan Antonio García Villa, y ahora enfrenta a la independizada banda política de José Ángel Pérez Hernández.
El alcalde de la ciudad, junto con Guillermo Anaya, se encuentran considerados por los paneques como los aspirantes más viables hacia la búsqueda de la gubernatura bajo los colores blanquiazules dentro de 5 años.
Por eso, el bloque de José Ángel Pérez, reforzó la guerra de desgaste hacia Anaya Llamas, más ahora, que tienen presupuesto a modo. Pretenden evitar a toda costa que Memo Anaya llegue al senado, o cuando menos, estropearle la imagen aprovechando la actual carrera electoral.
En este contexto, el papel del jefe de la oficina de vinculación de la presidencia municipal juega comisión crucial. Se trata de Jorge Hernández Guerra, el brazo operador del alcalde para convenir con aquellos dispuestos a “putear” al exalcalde torreones “cueste lo que cueste”.
Como en tiempos del PRI, a Hernández Guerra -exjefe de relaciones públicas en la alcaldía del priísta Salomón Juan Marcos Issa, hoy candidato a senador por el tricolor, y a quien la PGR investiga por lavado de dinero y delincuencia organizada-, se le ve ansioso.

Hernández Guerra, amarra y traba pactos con directivos de medios y con periodistas en cafés de la ciudad y dentro del departamento que tiene en el Ayuntamiento; de facto, una especie de vicepresidencia municipal.

Los ofrecimientos de Hernández Guerra, están fuera de todo control administrativo. Son generosos para los que apoyan su causa. Sólo él, José Ángel Pérez y los involucrados conocen los términos finales de las componendas para roer el perfil de Anaya Llamas, pero también al presupuesto público.

Las ofertas monetarias representan ingresos altos y no gravables. Se ubican al margen de los convenios de publicidad.
Así, durante la última semana, Jorge Hernández, bautizado por algunos medios como el camaleón, se dio a la tarea de reclutar una tropa oficiosa de reporteros dispuestos a devastar a Memo Anaya, bajo la metralla del “fuego amigo”.

La impaciencia es tanta, que Hernández Guerra citó a algunos dueños de periódicos y revistas marginales económicamente, para ofertarles arreglos de difusión que antes había negado. En su departamento, habló de espléndidas cantidades a quienes antes había cerrado las puertas de la dependencia.

Para entenderse -dijo a un periodista con quien antes mantenía disputas-, “van 15 mil pesos de convenio, más diez mil más sin facturar, por putear a Guillermo Anaya. Es lo que quiere el alcalde”, aseguró.

El director del medio reclamó sólo el convenio, como siempre se hace. “Únicamente las inserciones de publicidad oficial”, le dijo. “Putear” a Guillermo Anaya te cuesta 120 mil pesos, la mitad ahora y a media campaña el resto”, le replicó. Entonces, Hernández Guerra le advirtió: “lo voy a consultar con José Ángel (Pérez), aunque viene semana santa” -atajó-.

Este caso no es el único. Programas televisivos, radiofónicos, así como reporteros de medios impresos ya le entraron a la perinola donde todos ganan al cobijo de Hernández Guerra. Este tipo de tratos son ilegales, como ilícitas son las cantidades que oferta.
Jorge Hernández Guerra

Tanto Hernández Guerra como el alcalde Pérez Hernández, vienen de familias priístas. El director de la oficina de vinculación, exlocutor de la estación de radio EXA 100.3 FM, fue representante y secretario particular, en La Laguna, de Rogelio Montemayor Seguy, cuando gobernó Coahuila.


En esa época, Alejandro Pérez de la Vega, padre de José Ángel Pérez Hernández, fungió como recaudador de rentas de Torreón, y era uno de los principales operadores políticos del gobernante. Es en este período que Hernández Guerra y Pérez Hernández, estrechan la relación.

José Ángel Pérez es cuñado de Ariel Berrueto Pruneda, exgerente del Sistema de Aguas y Saneamiento de Torreón (SIMAS), quien fue pillado en un mega fraude contra la paramunicpal, motivo por el que se dio a la fuga. Luego, fue perdonado de purgar penas carcelarias, aduciendo que la auditoria la desarrolló el bufete particular Aymerich y Asociados, y no el órgano contable del Congreso.

Otro cuñado es Federico Berrueto Pruneda, exrepresentante del gobierno de Coahuila, en el Distrito Federal, en la era de Enrique Martínez y Martínez.

Tras dejar el puesto con Montemayor Seguy, Hernández Guerra se desempeñó como director de Relaciones públicas de Salomón Juan Marcos Issa, en el tiempo en que éste último fungió como alcalde de Torreón de los años 2000-2002-.

En el proceso electivo del 2002, Hernández Guerra apoyó la campaña de Pérez Hernández, desde el interior mismo de las oficinas del Ayuntamiento. El hoy alcalde contendió por una diputación local; a partir de ahí, los lazos de interés mutuo se reforzaron. Pérez Hernández, se convirtió en legislador. Por su parte, Anaya Llamas, ganó la alcaldía. Las confrontaciones entre estos dos grupos panistas ya existían abiertamente.

Bien montado en la diputación local, José Ángel Pérez, acercó a la legislatura a Hernández Guerra, quien soltó la boca en contra de su exjefe Salomón Juan Marcos, intentando generar en el aleccionado legislador un perfil combativo.

Con un PAN coahuilense a modo, a Juan Antonio García Villa -excandidato a la gubernatura y subsecretario de economía-, no le fue difícil imponer a José Ángel Pérez como coordinador de la diputación panista en el Congreso del estado, pasando por encima del candidato zermeñista y amigo cercano de Anaya Llamas, Jesús de León Tello.

De hecho, las divergencias no han parado. Se extendieron hasta la disputa por la candidatura blanquiazul para suceder a Memo Anaya en la alcaldía; pero también en el proceso interno del PAN para nominar candidato a la gubernatura.

Pasó que José Ángel Pérez derrotó al hoy candidato a diputado federal por el VI Distrito de Coahuila, Jesús de León Tello, convirtiéndose en alcalde al vencer al sifuentista converso al moreirismo Eduardo Olmos Castro, hoy Secretario de obras públicas del estado.

Antes, Zermeño Infante había apabullado las aspiraciones de Juan Antonio García Villa -hoy director del COFEPRIS-, rumbo a la gubernatura del estado.

En este proceso, Hernández Guerra, se dedicó a realizar “las tareas sucias del fuego amigo” orientadas a desgastar al grupo de Zermeño Infante, y por tanto, a Guillermo Anaya.

De hecho, José Ángel Pérez no hizo campaña, sólo se colgó de la desplegada por Jorge Zermeño.
Las operaciones sucias desatadas por Hernández Guerra y por el alcalde torreonita no son nada nuevo; sólo que ahora lo hacen con recursos públicos y desde puestos oficiales.

Fuego amigo con costo al erario

Las discrepancias entre estas camarillas llegaron a los ojos públicos, incluso, ya mordieron a la administración municipal. Y es que en actos de “limpieza” laboral administrativa, José Ángel Pérez ha despedido a 280 trabajadores afines al grupo de Guillermo Anaya.

El mismo alcalde declaró que no quiere tener “piedritas en el camino”. Las destituciones ya costaron al erario de Torreón más de 4 millones de pesos, y aún persisten 30 juicios laborales por el orden de 12 millones de pesos. La asesoría de Hernández Guerra, está costando muy cara a la ciudad.

Después de 100 días de gobierno municipal, los asuntos más destacables son las continuas reyertas entre los panistas, y tal vez, los 40 millones de pesos anunciados para inversión en seguridad pública.

Por lo pronto, varios de los reporteros que se entrevistaron con el vicealcalde de facto esperan ansiosos a que termine la llamada semana mayor, y que Hernández Guerra haya convencido al alcalde a soltar los montos por ellos solicitados para “putear” a su compañero de partido, Guillermo Anaya.

Ya veremos cuánto cuesta la “venganza” de José Ángel Pérez.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Inhumaron al Obispo Emérito de Torreón

Fernando Romo Gutiérrez, luchó por una diócesis de corte popular


Juan Monrreal López
Diciembre 17 de 2007

Torreón, Coahuila.- En trece minutos, los restos de Fernando Romo Gutiérrez, Obispo Emérito de Torreón, fueron colocados en el sepulcro cimentado ex profeso en la Iglesia del Carmen, Catedral de esta Diócesis, despidiendo a quien entregó casi 50 años a las causas de los más pobres desde que fuera investido como Nuncio el 19 de abril de 1958.

La ceremonia, fue la culminación de la caminata que cientos de feligreses hicieron desde La Iglesia de San José. En ese templo, fue velado durante dos días, lapso en que el cuerpo fue cobijado por lágrimas de dolor y admiración de miles de fieles que desfilaron frente al austero féretro café. Los restos fueron bendecidos por la gente común que convivió con él en la construcción de una sede Eclesiástica que veló por los más necesitados.

El cortejo llegó frente a La Catedral a las 14 horas y 40 minutos. A las 14 y 53 minutos, José Guadalupe Galván, actual obispo de esta Nunciatura, anunció por sonido desde la cripta donde sepultaron a Romo Gutiérrez, que Don Fernando, ya descansa en paz de las agitaciones de este mundo.

Fernando Romo Gutiérrez, primer obispo de Torreón, falleció el sábado 15 de diciembre a las 13 horas y 30 minutos. Poco después, su cuerpo fue dispuesto en la Iglesia de San José, para que durante dos días, los fieles pudieran despedirse por última vez de quien “tuvo una marcada inclinación por los más pobres”.

Fernando Romo Gutiérrez

Convencido de que una iglesia progresista es camino de libertad, Fernando Romo Gutiérrez, Obispo Emérito de Torreón, se propuso el trabajo pastoral sembrado en las colonias populares, así como en los ejidos de su jurisdicción, hasta los últimos días que contó con salud.

El primer obispo tomó el mando de la Diócesis el 19 de abril de 1958. Transcurrieron 27 años de brega, hasta que Luís Morales Reyes, - hoy Arzobispo de San luís Potosí-, fue nombrado obispo coadjutor, el 20 de abril de 1985. Al cumplir 75 años, el 18 de junio de 1990, Romo Gutiérrez, presentó su retiro del mandato al Gobierno Pastoral de la Diócesis, designándosele desde entonces, obispo Emérito.

Romo Gutiérrez, apoyó las luchas populares

Levantar el nuevo obispado, no fue fácil. Por eso, Romo Gutiérrez, se dio a la tarea de recorrer los ejidos y colonias populares de la Laguna. Era un convencido que los pilares de la nueva Diócesis descansarían en los más pobres. Por eso, era habitual que las luchas populares, - obreras, campesinas, pobres de la ciudad -, surgidas a principios de los años 70`s, en la Comarca Lagunera, recibieran el apoyo del obispo.

Fernando Romo, consideraba de elemental justicia que la gente tuviera un espacio propio donde vivir. De manera que las invasiones de tierra de esta localidad, se vieron cobijadas por el grupo de párrocos que junto con Romo Gutiérrez, se echaron a cuestas la encomienda eclesial de una parroquia de corte popular.

No era extraño en esos días que las puertas de las iglesias se abrieran para recibir a los colonos invasores del sector de las Carolinas, que albergaba miles de familias que tomaron esas tierras por asalto para hacerse de un lugar donde vivir. Tampoco fue insólito que el Obispo Emérito, defendiera las esperanzas de esa gente contra el deseo de los hombres del poder, quienes ardientes por reprimir a los posesionarios quisieron desalojarlos de los predios a toda costa.

Así, colonias como Tierra y Libertad, La División del Norte, Francisco Villa, tuvieron el interés de una Diócesis que estaba siendo construida en los hechos con pastores, feligreses y prácticas nuevas; convalidados por numerosas resoluciones del Concilio Vaticano II.

En esta dinámica, los trabajadores del Departamento de limpieza de Torreón, buscaron la orientación, pero también el cobijo del primer obispo de esta Diócesis, quien sin cuestionamientos a su lucha, siempre brindó el respaldo necesario para que los trabajadores construyeran mejores condiciones de vida, tal como aconteció con la formación del sindicato de los trabajadores de limpia del municipio.

Pero la efervescencia de construir una iglesia popular, se encontraba en todas la parroquias. Lo mismo en la ciudad, que en el campo. O igual, del lado de Coahuila que de Durango; habitantes que reconocían en Fernando Romo Gutiérrez, un pastor representante de las causas justas.

Por eso, los solicitantes de tierra, del municipio de Francisco I. Madero, San Pedro, Matamoros, aparecían acompañados de los párrocos de esos municipios, convencidos que era la mejor manera de desarrollar su pastoral.

Así como en Torreón y La Comarca Lagunera toda, se consolidaban las organizaciones populares autónomas, la iglesia de Romo Gutiérrez, nunca escatimó apoyos para que su trabajo pastoral sirviera a quien más lo necesitaba. Al fin de cuentas, era en la vida cotidiana donde se verificarían las grandes discusiones del Concilio Vaticano II, en el cual, el primer obispo de Torreón, había mantenido una participación brillante. Allí en ese cónclave, expuso que el Vaticano, tomara más en cuenta los criterios pastorales que criterios económicos u otro tipo de razones para la formación de los obispados. Fernando Romo, quiso ser consecuente con todo ello y lo logró.

En este contexto, la Diócesis, junto con algunos de sus curas, criticaron la actitud represiva en contra de La Colonia Ricardo Flores Magón, incitada por el entonces alcalde de Gómez Palacio, Durango, Carlos Herrera Araluce. El 31 de enero de 1975, Herrera Araluce, ordenó sin miramiento alguno reprimir a niños, mujeres, hombres, quienes se presentaron al palacio municipal a solicitarle servicios de agua. El ex alcalde, hizo intervenir a la policía y judiciales, en lugar de dar solución a las necesidades planteadas. Además, pretendió arrestar a varios de los representantes de aquellos colonos con el fin de llevar a cabalidad la sentencia emitida por el ex gobernador de Durango, Alejandro Páez Urquidi, de no tolerar ninguna invasión de tierras, ni permitir “revoltosos en mi estado”. Las consecuencias fueron personas golpeadas, pero también perseguidas y una colonia de los más necesitados, prácticamente sitiada.

Con este caos, la voz de la Diócesis de Torreón, sonó claramente a favor de los habitantes de ese asentamiento, cuando en los medios, periodistas, patrones, políticos, soltaron una andanada de calificativos justificando la represalia.

Es en estas tramas que Fernando Romo Gutiérrez, fue edificando junto a los clérigos, la iglesia de corte popular que concebía para la Laguna. Un obispado, vivo, actuante, comprometido con los menos afortunados en patrimonio económico.

Los pobres lo van a extrañar, como ya se le añoraba desde su retiro de la dirección del obispado.

El Obispo Emérito de Torreón, nació en Guadalajara, Jalisco; tenía 92 años, 67 como presbítero y le faltaban 4 meses para cumplir 50 años de obispo.

martes, 11 de diciembre de 2007

Tiovivo. Guillermo Anaya; compadre presidencial bajo sospecha

“Cuando un día pasa, deja de existir. ¿Que queda de él? Nada más que una historia.
Si las historias no fueran contadas, o los libros no fueran escritos, el hombre viviría como los animales: sin pasado ni futuro, en un presente ciego”.


Isaac Bashevis Singer

Juan Monrreal López
Diciembre 11 de 2007


Como en los tiempos rancios del PRI, cuando el gobierno y el partido eran uno sólo; ahora los panistas se aprestan a repetir ese viejo esquema, que si antes era parodia, ahora suena a tragedia. Más aún, cuando bajo sospecha, se coloca al compadre de Felipe Calderón, a nivel de la Secretaría general del PAN, el senador, Guillermo “Memo” Anaya Llamas, un personaje a quien de distintos modos se le ha vinculado con el narcotráfico

De manera que idéntico a los momentos del PRI-gobierno, ahora en el ciclo de Felipe Calderón Hinojosa (FECALHINO), los compadrazgos siguen valiendo en la política, y, mucho.

No hay que preguntarle a Memo Anaya Llamas, uno de los compadres de pila de Felipe Calderón, si esto es así. Correligionarios de ambiciones, no dudaron en llevar sus codicias políticas hasta las pilas bautismales el 23 de septiembre de 2006. La infanta del senador, María Teresa Anaya Aguirre, fue cargada en los brazos del presidente jurídico de México, para recibir las aguas sacramentales.

Allí en la de la iglesia de La Encarnación, ubicada en la colonia Campestre La Rosita de Torreón, Coahuila, el vulgar pacto político entre estos personajes, se bendijo al calor del compromiso bautismal.

Nada diferente a los capos, quienes sellan contratos, – cumplidos o por cumplir-, a través del padrinazgo. De la fiesta. De la familia.

Por esos vínculos, Memo Anaya, ha llegado a la Secretaría general del PAN, trampolín que de manera decisiva le permitirá rozar el camino hacia la candidatura de los blanquiazules para buscar la gubernatura de Coahuila, en el 2011; año en que su compadre-presidente, se encuentre en el cenit del poder, puesto que las campañas se desarrollarán desde el 2010.

Si los panistas toleran o no, la imposición de Anaya Llamas en la Secretaría general, ese es su cuento, en cambio, debe preocuparnos que pese a los señalamientos de los presuntos nexos de Memo Anaya, con los jefes de los narcotraficantes de la plaza de la Laguna, FECALHINO, campante, ordene desde Los Pinos, que el primer compadre convenido siendo presidente electo, sea encaramado al segundo puesto de dirección del partido blanquiazul.

Y es que al margen de los desplantes de Humberto Moreira Valdés, gobernador de Coahuila, al incriminar a Memo Anaya de narcotraficante; el periodista Ricardo Ravelo, ha revelado puntualmente nexos que relacionan al senador Anaya Llamas, con las familias más poderosas del narcotráfico en La Laguna y del norte de México.

En cualquier país que se precie de democrático, lo anterior hubiera sido suficiente para que sobrevinieran serias investigaciones al respecto, pero en el nuestro, donde la democracia se negocia con pactos entre pandillas acuarteladas en los partidos políticos, o, se solventa con disculpas en los oscuros pasillos de los palacios en que se encuentran atrincherados los delincuentes del momento, - los que delinquen usando el poder constitucional -, tal como aconteció con los aspavientos desatados por le boquiflojo Humberto Moreira Valdés; quien finalmente reculó ante las presiones del senado y el poder del primer compadre de México, el señor Calderón, ofreciendo disculpas privadas al ahora Secretario general blanquiazul.

Impuesto pues, como en los tiempos del PRI, por la línea del compadrazgo, Memo Anaya, negó que el vínculo fuese el motivo central de su designación como segundo mandón de los paneques. “Las cosas afectivas y familiares no tienen nada que ver aquí”, dijo ante los micrófonos que lo entrevistaban.

El sumario es que, “haiga sido como haiga sido (compadre Calderón, dixit)”, el nombramiento de Guillermo Anaya, ya generó preocupación en Coahuila, tanto al interior del PAN, como en las huestes moreiristas, quienes quieren colocar a Rubén Moreira Valdés, - en un símil argentino-, como sucesor de Humberto.

Por eso, no es de extrañar que desde el domingo 9 de diciembre y lunes 10, los teléfonos celulares sonaran con mensajes que anuncian que; “Rubén Moreira, encabeza las encuestas para el gobierno de Coahuila, con el 63.7 por ciento de preferencia”, e incluso que medios impresos y electrónicos, anteriormente antimoreiristas, difundan que el big brother Rubén Moreira Valdés, encabeza las predilecciones de los coahuilenses.

En el caso del PAN, los primeros damnificados del huracán compadre Calderón, fueron las huestes de José Ángel Pérez Hernández, alcalde de Torreón, Coahuila, junto con su asesor de cabecera, Jorge Hernández Guerra. Ambos tartamudearon ante las grabadoras que les pusieron enfrente, para registrar sus respuestas acerca de la nominación de Memo Anaya.

Pérez Hernández al igual que Hernández Guerra, estructuraron su relación de convenios con los medios de comunicación, a partir de “putear a Memo Anaya (Hernández Guerra, dixit)”, por lo que el alcalde se encuentra nervioso, ya que novato en la política, compró la idea a Hernández Guerra, de ser el próximo gobernador del estado, por la vía fácil y corta.

Por lo pronto, el perfil de Anaya Llamas, llena perfectamente el rasgo del nuevo blanquizul al servicio de Felipe Calderón; no sólo por sus lazos afectivos, responde a la línea de someter cualquier desavenencia por la vía del autoritarismo, “vamos a operar las diferencias para que no lleguen al Tribunal Electoral”, encaminado a levantar un partido a la medida del autollamado hijo desobediente. “Este es su partido, presidente Calderón, (Germán Martínez, dixit)”, una actitud igual o peor que en los tiempos del PRI, cuando eran gobierno-partido y algunos dueños de medios soldados del PRI.

Nada ha cambiado, pues.

Por lo pronto, las historias anayistas, apenas empiezan. Veamos que final tienen.

domingo, 9 de diciembre de 2007

El grueso de la sociedad lagunera, ausente

Segundo encuentro regional de investigadores del agua; sin interés de las autoridades



Juan Monrreal López
Diciembre 9 de 2007



Torreón, Coahuila.- Con la ausencia de todos los presidentes municipales de la Comarca Lagunera, sin la presencia de autoridades de primer nivel de los gobiernos de los estados de Durango y Coahuila; con el vacío participativo de las dependencias federales, pero sobre todo, con la falta de organismos sociales representativos del grueso de la población lagunera, se llevó a cabo el Segundo encuentro regional de investigadores del agua de la Comarca Lagunera, los días 6 y 7 de diciembre del presente año.

Organizado por la Red Vea Laguna A.C. el evento que se llevó a cabo en el Auditorio San Ignacio de Loyola de la Universidad Iberoamericana, plantel Laguna, revistió tintes netamente académicos. De hecho, el segundo día de actividades, los asistentes apenas alcanzaron 60 personas.

Con alrededor de 26 ponencias dictadas durante los dos días del encuentro, los temas abordados no rebasaron los enfoques que ya se han venido escuchando desde principios de los años ochenta.

El abanico de ejes abarcó desde las ya discutidas recargas artificiales del acuífero, reconversión de cultivos, ionización de la atmósfera, hasta el proceso de tratamiento de aguas residuales.

También hubo propuestas de solución a las aguas contaminadas con arsénico. Se planteó el proceso de electrocoagulación, y el ya conocido método de osmosis inversa.

Sin embargo, a lo largo del encuentro, las críticas directas hacia la política depredadoras del recurso hídrico mantenida por las empresas lecheras, principalmente el grupo LALA, brillaron por su ausencia.

Sin ánimos de confrontar los esquemas de producción de leche que mantienen a la baja el acuífero lagunero, los académicos se enfocaron a repetir las viejas fórmulas de solución, al que quizá sea el más grave problema ambiental de la región y uno de los más graves del país; el vaciamiento de los mantos freáticos y las consecuencias de consumir aguas contaminadas con sales arsenicales; cáncer y diabetes.

También se soslayó, la alta concentración de los derechos de aguas y tierras existentes en la Comarca Lagunera, así como la corrupción existente en el manejo del líquido con la protección da la Comisión Nacional del Agua en la Gerencia de las cuencas centrales del norte, al mando de Oscar Gutiérrez Santana.

Tales irregularidades no ocuparon espacio en las voces del estrado, ni en los registros de las ponencias presentadas.

Como se sabe, alrededor del 70 por ciento de los derechos de agua de los campesinos los han adquirido en renta o venta, los llamados pequeños propietarios, la mayoría socios del grupo LALA, por lo que en el medio rural han retornado esquemas de trabajo iguales a los de 1936, cuando se levantaron los peones para exigir tierras, aguas, aperos de labranza.

Recientemente, el Secretario técnico del Congreso Agrario Permanente de la Laguna, Elías García Valenciano, denunció corrupción en el manejo del fluido del ciclo productivo 2007.

El líder campesino dijo que, “en el ciclo de siembras 2007, se regaron más de 6 mil hectáreas sin autorización”, es decir, el “decreto de operación de las presas, no se respetó, pues se extrajeron más 145 millones de metros cúbicos de agua, de la que estaba autorizada”, por lo que exigió que se investigara a Oscar Gutiérrez Santana, Gerente de las cuencas centrales del norte de CONAGUA.

Cuestionado respecto al desarrollo del Segundo encuentro regional de investigadores del agua, García Valenciano expresó que “el Encuentro es un avance. Hace años hubiera sido impensable que se reunieran en un solo evento y en un salón, los distintos académicos del agua. Como todo, es un proceso”, dice convencido.

Quizá por eso, el Segundo encuentro regional, en adolescencia aun, no pudo ponerse de acuerdo para el próximo encuentro. En enero, no, pues “apenas nos estaremos reponiendo de la resaca de diciembre. En marzo, quizá no, porque será semana santa”.

Tal vez esta actitud retrate la justa dimensión del desarrollo de esta Red Vea Laguna A.C.

Mientras tanto, LALA y las autoridades, seguirán campantes chupando los veneros freáticos sin pena alguna.