miércoles, 21 de noviembre de 2007

Farsa para imponer nuevo presidente priísta

Ismael Hernández Deras aplicó el dedeo a Rigoberto Flores Ochoa



Juan Monrreal López
Noviembre 21 de 2007



Gómez Palacio, Durango.- Aun no se emitía la convocatoria para renovar la dirigencia municipal priísta, pero los tricolores ya tenían candidato electo; el ex diputado local Rigoberto “Rigo” Flores Ochoa, recibió el dedeo público del comité directivo estatal, a pesar del berrinche de los cabecillas de los sectores del PRI.

Rigoberto Flores Ochoa, se formó al servicio del grupo Carlos Herrera, quien lo llevó a la legislatura local. La diputación fue la recompensa por la feroz batalla que entabló en contra de la pre candidatura del hoy gobernador Ismael Hernández Deras, en el proceso electivo interno del PRI, a finales del año 2003.

Desde que se supo del dedazo, Flores Ochoa, recibió el rechazo soterrado de los dirigentes sectoriales, mismos que después se auto sometieron por la eufemística “disciplina institucional”. Hermilo de Jesús Peralta (CTM), Juan Moreno Espinoza (CNOP) e Hipólito Pasillas (CNC), patalearon el día 15 de noviembre por la tarde, una vez que se enteraron que la convocatoria para relevar a la dirigencia municipal se emitiría el viernes 16, con un periodo de registro de sólo 4 horas, es decir, de las 12 de mediodía a las 4 de la tarde.

Empujado por el delegado nacional del PRI en el estado, Jorge Meade Ocaranza, al igual que por el presidente estatal de este partido, Ricardo López Pescador; Rigo Flores, relevó de lcargo al líder de taxistas Víctor Sánchez Pulido, quien fungía como presidente interino, a partir de que el hoy alcalde Ricardo Rebollo Mendoza, renunció a ese espacio público.

Sin guardar las formas, los afines a Rigo Flores, pusieron al corriente a sus pocos seguidores por la vía de los telefonazos. De hecho, desde el jueves 15, la diputada Marina Vitela Rodríguez, celebró festivamente la imposición junto con la primera regidora Anabel Fernández Martínez. Ubicadas en un hotel de la ciudad, hicieron las llamadas anunciando que Flores Ochoa era el nuevo presidente del PRI, sin siquiera conocer la convocatoria.

En ese trance, un grupo importante de cenopistas iniciaron un pequeño motín a favor del ex diputado local Ismael Sánchez Galindo, pensando que podrían registrarlo; convencidos de conseguir la presidencia priísta, ajustados a una norma democrática.

Entonces, las órdenes provenientes de la capital del estado comenzaron a chocar con los intereses locales de algunos liderazgos que alborotados fantaseaban con poder inscribir a Sánchez Galindo, aprovechando el edicto de registros.

Las llamadas telefónicas se sucedieron entre uno y otro bando, pero la decisión ya estaba tomada; Rigoberto Flores, sería el nuevo dirigente priísta a contracorriente de quien fuera.

Sin embargo, tanto Jorge Meade como López Pescador, se dieron a la tarea de localizar a Ismael Sánchez, con el objetivo de evitar su registro; con el afán de disciplinarlo. Se sabe que Sánchez fue citado deliberadamente a Durango, para aislarlo de la ciudad, sin embargo, la treta no funcionó. López Pescador y Meade Ocaranza, acordaron reunirse con el ex diputado para solicitarle a nombre del gobernador Ismael Hernández Deras, no registrarse.

Mientras tanto, en los seccionales de la CNOP corrió el rumor de la matrícula de Sánchez Galindo, lo que inquietó de sobremanera a Rigoberto Flores. Peor aun. Cuando se enteró que grupos de distintas colonias, ejidos, maestros y cetemistas, preparaban reunirse en la CNOP local, el viernes 16 por la mañana, con el plan de anotar a Sánchez Galindo, hacia la disputa del PRI, Rigo Flores, suplicó el rápido auxilio de Pescado y Meade, para detener la ola a favor del ex diputado.

Las preocupaciones de los jerarcas priístas al igual que la de su entenado político, Flores Ochoa, eran reales. Tanto Hermilo de Jesús Peralta, dirigente de la CTM, como Juan Moreno Espinoza, habían dado su apoyo a Sánchez Galindo. Incluso Hipólito Pasillas, en un acto de total sumisión dijo que apoyaba al ex diputado, pero, que no podía desobedecer al gobernador. Con todo, los focos rojos al interior de los jerarquías priístas, se encendieron.

El dedeo a Rigoberto Flores Ochoa

El viernes 16, desde media mañana, Jorge Meade y Ricardo Pescador se reunieron con Ismael Sánchez Galindo, para detener sus aspiraciones. Con la sobada, “esta comisión no se la está dando el gobernador”, establecieron una discusión bizantina de horas.

Mintras tanto, Flores Ochoa esperaba impaciente para apuntarse. No contaba con las cartas de respaldo de la CTM y CNOP, por lo que era imposible legalmente su inscripción. Hasta entrada la tarde, los dirigentes de esas organizaciones concedieron su aserción para que Flores Ochoa, se matriculara como candidato único. Sánchez Galindo había cedido después de consultar a este par de líderes sectoriales.

La desangelada toma de protesta de Rigoberto Flores fue trámite. El sábado 17, en un Teatro Alvarado con 340 priístas acarreados como representantes, fue electo presidente, justamente, en menos de 24 horas, desde que se emitió la convocatoria.

Así, de manera pública Rigoberto Flores Ochoa, abandonó al grupo Carlos Herrera, para convertirse en el nuevo presidente del PRI, apoyado por otras pandillas políticas, pero además, sin el sostén de los militantes.

De hecho, líderes del propio PRI concluyeron que, “el nombramiento de Flores Ocho, es una derrota para el propio partido, pues no cuenta con el respaldo de ninguno de sus sectores”.

Siendo así, Rigoberto Flores Ochoa, se encuentra convertido en el solitario del PRI. En la carta de presentación de los procesos que se llevan a cabo hacia el relevo de los comités municipales priístas, de acuerdo con la visión y estrategia del gobernador Ismael Hernández Deras.

Allá ellos.

martes, 13 de noviembre de 2007

Tiovivo

“Hoy, para entender hacia donde vamos, no hace falta fijarse en la política, sino en el arte”
Ryszard Kapuscinski

“Es más útil entrar en un museo que hablar con cien políticos profesionales”
María Nadotti
Jorge Meade Ocaranza, historial negro
Juan Monrreal López
Noviembre 13 de 2007


En la política hay tipos con suerte, de los que sin comprar boleto, se sacan la tómbola. De los que saltan de liana en liana, sin fijarse, si en el camino, incluso muerden a los de casa. Uno de ellos es Jorge Meade Ocaranza, delegado nacional del PRI en el estado de Durango.

Grillo por abajo de medio pelo, tramposo, oportunista, con negro historial en su estado natal, Morelos; vino a descubrir en Durango, su Dorado; el inmenso filón de recursos fincado en el dinero público del gobierno del estado, de algunos municipios y de aquellos ingenuos que creen que puede conseguirles candidaturas, y ahora, las direcciones de los comités municipales priístas, sin importar las preferencias de Ricardo López Pescador, presidente estatal del PRI.

Para Jorge Meade Ocaranza, tocar Durango, fue alcanzar a la tierra prometida. Por fin, a más de mil kilómetros de distancia de su terruño, se le cumplió la ilusión que siempre tuvo cuando fue funcionario en Morelos; no rendir cuentas a nadie de la plata pública que derrocha. Ese despotismo goza. De allí se ase por impunidad. Por ello, no se ocupa en comprobar el destino final de los billetes tirados en sus correrías de “operatividad política”. Con una veta así, se apunta para permanecerse muchos años en la entidad. Embaucando con el fantasmal encargo de delegado nacional del tricolor. Poca cosa. Sin embargo, ese atuendo exprime para embobar a un segmento importante de priístas que siguen creyéndole el viejo cuento de asir todo el poder por obra y gracia del arrimo que le sirve el gobernador, pero además, el CEN priísta.

Meade Ocaranza, nunca había deleitado tal ilegalidad. Ni siquiera cuando formó parte del gobierno protector de narcotraficantes y secuestradores, que encabezaba su ex jefe, Jorge Carrillo Olea, a la par, indiciado por la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco y la del 10 de junio de 1971 en San Cosme, ambas en el Distrito Federal.

Sin rubores, el hoy representante del PRI nacional en Durango, fue pieza del gobierno de plagiarios que estructuró desde el poder Carrillo Olea.

De hecho, Jorge Meade, nunca cuestionó a su jefe. Por el contrario, Meade Ocaranza, defendió las trapacerías de Jorge Carrillo, como si los delitos perpetrados desde el poder público, fueran invenciones de la oposición o de la prensa.

Jorge Meade, fue Secretario de obras públicas de ese gobierno. En ese puesto mantuvo continuos choques con las constructoras. Se recuerda especialmente el sostenido contra Caminos y pavimentos del sur, quienes a punto estuvieron de llevarlo a juicio político.

La historia está allí. Las hemerotecas morelenses guardan las actuaciones de Jorge Meade, pero también, el cúmulo de exoneraciones que forjó a favor del grupo de delincuentes que ocupaban los puestos públicos de Morelos, liderados por Carrillo Olea; uno de los gobernadores más tétricos de la historia del estado de Emiliano Zapata, y, sin duda, de la República.

Fuera de empacho, Meade Ocaranza, compartió gobierno con el pavoroso jefe de la policía, Jesús Miyazawa Álvarez, indiciado por proteger a los secuestradores del estado, entre ellos, algunos policías.

Miyazawa, también dio resguardo a los plagiarios de entidades vecinas, como Guerrero, Michoacán y del estado de México.

Echado del gobierno, Meade, intentó llegar al Senado, por razón del proceso electoral del año 2000. Los ciudadanos morelenses lo derrotaron.

Lumpen al fin, Jorge Meade se vio envuelto después en continuas reyertas. El génesis, la desesperación de no tener poder y la defensa del grupo Carrillo Olea, caído en desgracia por el repudio ciudadano. Pronto se abrumó. Perdió la proporción de hegemonía, de tal manera, que a como diera lugar, intentó quedar en las listas de candidatos o funcionarios de lo que cayera; en el partido que fuera.

Apestado, sin dominio, sin apoyo de la mafia gubernametal derrocada, se entregó a las rabietas, a las amenazas, al chantaje hacia los propios priístas. Incluso se sumó a la campaña del candidato perredista a la alcaldía de Cuernavaca, en las elecciones del 6 de julio de 2003, pero perdió.

El delegado tricolor en Durango, estuvo a punto de ser expulsado del PRI, por este evento. Los correligionarios de aquellos días lo acusaron de traicionar al partido. La presidenta priísta Maricela Sánchez Cortés, arrojó a su cara la traición por el apoyo otorgado a las candidatura de Fernando Martínez Cué, miembro del PRD. Pero la libró huyendo a México. Acordando protección con el delegado priísta, Jorge Schiaffino Isunza.

De hecho, la historia personal y política de Meade, es así. Si pierde, trata de arrebatar.

Antiguos condiscípulos de la Facultad de contaduría lo recuerdan como “una persona que sacó el título por la fuerza de los golpes; era uno de los jefes de porros de la Universidad. Era el porro mayor”.

De manera que los desplantes pendencieros exhibidos durante el pasado proceso electoral duranguense, junto con las amenazas que corre contra quienes se rebelan a su caciquismo, son su parte intrínseca. Él, es así.

Infecto, rechazado por la sociedad, pero también por el priísmos morelense, Meade tuvo que aceptar cualquiera de las encomiendas del CEN priísta. Por lo mismo, agarró la delegación en Durango. La coordinación de la zona de Michoacán, durante el proceso interno del PRI, con el que Roberto Madrazo Pintado, se apoderó de la presidencia de ese partido. Bueno, hasta se dio tiempo de responsabilizarse del V distrito electoral del proceso electivo en Guerrero.

De manera que ante la oportunidad de guarecerse en algún lugar, con presupuesto y poder, aceptó con agrado la delegación en el estado. Y de allí pa¨l real. Las encomiendas priístas se cubren con dineros de los duranguenses. Además como el estado de Morelos está convertido en tierra de panistas y perredistas, las oportunidades de hincarle el diente a aquél presupuesto estatal, son magras.

Por lo pronto, Jorge Meade Ocaranza, no sufre. Poco le interesa el rechazo de gran parte de la clase política priísta. Cuenta con dinero a manos llenas “para operar” sus correrías. Tiene patrocinio. Pero su historial negro, aquí está, no se ha ido, tampoco se borra.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Ricardo Rebollo Mendoza; inepto, autoritario, ignorante

Hace casi un año, Ricardo Rebollo Mendoza, prometió iluminar Gómez Palacio; una ciudad que reputó de gris.

En aquellos días, Demócrata Norte de México, publicó este texto, en el que, con sus propias declaraciones, Rebollo, se auto exhibe como lo que es; inculto, inepto, pero además prepotente. Por aquel tiempo, Ricardo Rebollo, quería ansiosamente la más grande del municipio, representación que ya detenta; pero cuando sé es incompetente, las cosas no resultan, como siempre es. Con esto, pierde sobre todo la ciudadanía, la ciudad, porque a Rebollo Mendoza, como a casi todos los funcionarios duranguenses, los cubre el manto de impunidad extendido por el propio gobernador, Ismael Hernández Deras.

Ricardo Rebollo Mendoza, es tardo en eso de llevar la administración pública; iniciando por su pertinaz compulsión de violentar las leyes del estado. Pero lo que Natura no da, en algo se resarce con la lectura, con la humildad, con la verdadera vocación de servicio; pero eso no existe en la cotidianidad de Ricardo, quien entiende por forma de gobernar; el imponer por orden, no por negociación, mucho menos por consenso.

En las cárceles mexicanas existen personas condenadas a más de 15 años de prisión por robar un kilo de carne, pero si los Rebollo, violan más de 5 leyes de la administración pública, basta que digan que ya no lo harán, para que nada proceda. Ricardo es privilegiado. Pertenece a la mafia que detenta el poder de la administración pública mexicana, pero lo que es mejor para él, es miembro de la pandilla duranguense, una banda de las más atrasadas y rapiñeras del país.

Hoy, Demócrata Norte de México, retoma este trabajo publicado hace casi un año, para dejar asentado, que ya desde entonces, las certezas de que Ricardo Rebollo, rompía las leyes de la administración pública, - empezando por la prohibida actividad de proveer al municipio y al estado -, era un hecho.

Como se sabe, es de elemental conocimiento que Rocío Rebollo Mendoza y el propio Ricardo, no podían ser proveedores del municipio, ni del estado, desde hace 3 años; época en que vienen ocupando puestos en la administración pública; de manera que el retiro de esta familia del padrón de suministradores del ayuntamiento, anunciado el día 23 de octubre, por el propio Ricardo, no es un favor, es un triunfo de la legalidad, - y eso es mucho -, en un estado y un municipio, donde las autoridades, son las primeras en violentar las leyes.

Por lo pronto, los gómezpalatinos siguen esperando los rayos de iluminación de Ricardo, que en tan sólo dos meses, sólo ha tirado más luz negra sobre la ciudad. Cabe decir, que la luz negra existe; quizá a eso se refería el reinventor de la historia del municipio, que hoy manda como alcalde; no gobierna. Ojalá, sus rabietas de imponer, no lo conduzcan a emplear la fuerza pública para reprimir; escenario que estuvo a punto de presentarse durante las protestas de los policías municipales que pararon, e incluso con los colonos de Chapala, que exigen el servicio de agua que no tienen desde hace 10 días.

Noviembre 3 del 2007.



Ricardo Rebollo, incompetente e ignorante

Presidente del PRI municipal se destapa para alcanzar la más grande del ayuntamiento

Juan Monrreal López
Noviembre 26-2006

Gómez Palacio, Durango.- Abrillantado por el sermón del Río Nazas, dicho por Norberto Rivera Carrera el 17 de noviembre, el bisoño presidente del PRI municipal, Ricardo Rebollo Mendoza, se autodestapó como el gallo del gobernador Ismael Hernández Deras, para ocupar la alcaldía, usando a la presencia de los cabecillas de los llamados sectores del tricolor.

Flanqueado por Ricardo López Pescador, Jorge Meade Ocaranza, Pedro Luna Solís y Juan Moreno Espinoza, presidente estatal, delgado nacional, dirigente del sector campesino y jefe de la CNOP respectivamente, Rebollo Mendoza, dijo que se “busca transformar una ciudad gris, en una con el brillo de un mejor futuro para su gente”.

Como se sabe, luego de su estrepitoso fracaso al frente de la Secretaría de desarrollo económico del estado (SEDECO) - cero empleos generados en dos años-, Rebollo Mendoza fue retirado al PRI municipal para posicionarlo como candidato de ese partido al ayuntamiento en oposición al grupo Carlos Herrera.

“Esclarecido”, -dijo Norberto Rivera, en el Río Nazas-, pero sobre todo despejado por los acuerdos que hicieron en la cena privada que después de aquella misa sostuvieron las elites políticas en casa del alcalde Octaviano Rendón Arce, - a la que asistieron el gobernador Ismael Hernández, Norberto Rivera, Rocío Rebollo Mendoza, entre otros-, Ricardo Rebollo se lanzó a la cruzada de mandar en esta ciudad, pero también de reinventar la historia, merced a su ignorancia.

Inculto, imberbe, dijo que el pretendido “Acuerdo por Gómez Palacio”, - como le llamó a su rueda de prensa-, es el “primer movimiento social en la historia de este municipio que propone la unión de los gómezpalatinos, para hacer valer su capacidad y decisión para mejorar”. Fiel a su ignorancia, Rebollo Mendoza desconoce que aquí, en esta ciudad, se gestó el primer alzamiento de la Revolución mexicana, el movimiento social más importante de México, en el último siglo. Que fueron gómezpalatinos los primeros en aportar sangre y armas para la gesta de 1910. Que aquí se reagrupó la División del Norte para tomar Torreón, enfilando después a la toma de Zacatecas, hasta culminar con arrebatarles a los federales la ciudad de México.

Ignaro, echa polvo a la rebelión de los peones acasillados que obligó al propio Lázaro Cárdenas, a realizar el reparto agrario el 6 de octubre de 1936, y ni que decir del levantamiento de los trabajadores ferrocarrileros.

En fin, oscurantismo histórico en la mente de Ricardo Rebollo, para excluir la historia de los hombres comunes de este municipio que han construido la economía más sólida de la entidad.

Frente a los medios, Rebollo Mendoza reconoció el divorcio que existe entre los ciudadanos y el PRI, partido que acordó “celebrar un acuerdo con todos los habitantes”, aunque los residentes de este municipio no participaron del documento llamado “Acuerdo por Gómez Palacio”, un hipotético convenio con “obreros, campesinos, funcionarios”.

Y es que las elecciones federales de julio, el PRI fue vapuleado en el estado; pero aun peor, la alianza de Ismael Hernández Deras, con su mentora Elba Esther Gordillo, hace peligrar la hegemonía de este partido en el estado.

Reinventor de la historia, Rebollo Mendoza, dijo que, se “busca transformar una ciudad gris en una con el brillo de un mejor futuro para su gente”, pues analfabeta histórico, - además de ser miembro de las familias que han saqueado a la ciudad -, excluye la historia productiva de este ayuntamiento, el más rico de Durango. Municipio que debe su grisáceo a las autoridades que han desfilado por la alcaldía volviendo el ayuntamiento sitio de saqueo.

Por cierto, el padre de Rebollo Mendoza, José Rebollo Acosta, fue alcalde de esta ciudad en dos ocasiones; digamos, seis años de grisácea administración.

Pero el balance de contribución negra de este clan a la historia de la ciudad crece cuando se revisa el padrón de proveedores del municipio y del estado.

El registro de vendedores asienta que su hermana Rocío Rebollo Mendoza, Ricardo y demás familia, se han adjudicado compras a pesar de que la Ley de responsabilidades de los servidores públicos, lo prohíbe.

Rocío Rebollo funge como subsecretaria de gobierno en la Laguna, pero además es Síndica municipal con licencia; tarea que no desempeñó de manera ética. Como presidenta del la Comisión de Hacienda municipal, nuca denunció las anomalías cometidas por el actual presidente Octaviano Rendón Arce, pese a los desvíos millonarios de esta administración que además se encuentran documentados.

Ese no es, a decir de los habitantes de esta ciudad, “generar el Gómez Palacio que todos queremos para el futuro”, que es la oferta del llamado “Acuerdo por Gómez Palacio”, emitido por los priístas. Esto es, querer perpetuar las administraciones grises sobre la ciudad, “seguir mordiéndonos hasta acabar con todo”, dicen algunos entrevistados acerca de este llamado acuerdo.

El trasfondo de todo, es que Rebollo Mendoza, ya está en la búsqueda de la más grande del municipio, sólo falta que los propios priístas lo acepten, entre éstos, el grupo Carlos Herrera.

Por lo pronto, es inequívoco, Ricardo Rebollo, aparte de incapaz, es ignorante. Unas clases de historia municipal no le vendrían mal, por aquello de que alcance la alcaldía.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Tiovivo

Augusto Ávalos Longoria, demagogo ex candidato panista
Juan Monrreal López
Noviembre 2 de 2007
Ya no es novedad, que pronto, muy pronto, las promesas de campaña, junto a lo que llaman “anhelos de servir”, de los candidatos panistas a la alcaldía gómezpalatina, se esfumen rápidamente de su cabeza y de la agenda de su vida.

Así aconteció, con el locutor de Exa 100.3 FM, Jorge Arturo Torres Vargas, - hoy asesor de cabecera del alcalde Ricardo Rebollo-, Francisco “paco” Ramírez, y, ahora, Augusto Ávalos Longoria; quien dijo en campaña que quería remover la estructura priísta, porque había corrupción fuerte, había abuso de autoridad (Ávalos, dixit).

Atrincherados en el partido, los candidatos panistas distan mucho de ser una opción ciudadana; una iniciativa que camine con dinámicas civiles propias; liberta de procesos electorales.

Por el contrario, hasta hoy, los aspirantes panistas retratan una visión de trabajo político de corte electorero de fruslería, excesivamente limitado, extremadamente miope. Estridente y convenenciero.

Para comenzar, a las candidaturas del blanquiazul de la Laguna de Durango, se llega sin más cartas que las recomendaciones o el asentimiento de la familia Castro Lozano; Juan de Dios y Rosario, panistas de larga cola, reiteradamente incriminados con el narco. Si existe algo de militancia de los aspirantes, mejor; si esta no existe, igual; no pasa nada. Sólo hay que llevarla bien con “Chayo Castro”, la mujer de los sombreritos chocarreros.

Los bolillos, obtienen las candidaturas, sin mayor mérito de participación ciudadana. Si acaso existe, la misma se reduce a los organismos cúpula de los empresarios, como aconteció con Augusto Ávalos.

De igual forma, cuenta el entramado de componendas establecidas con las elites partidistas.

La sumisión con los poderes fácticos.

Por eso, pierden y se van, sin mayor consecuencia. En sólo una campaña, disipan sus “anhelos de servir”. Entonces retornan a sus negocios. Este es el camino de los derrotados blanquiazules.

De manera que no es extraño que Augusto Ávalos, haya desaparecido de toda escena pública. Que la pobreza “lastimosa”, que dijo conocer, ya no lo hiera. Porque por ahora, no quiere el voto de los pobres. Por lo mismo, le son ajenos; ellos y su suerte. De allí su amnesia.

Formado en el sector empresarial, Augusto Ávalos Longoria, se perfiló como candidato desde la presidencia de la Cámara nacional de la industria de la transformación (CANCINTRA), de Gómez Palacio. Desde ese trampolín, se adueñó después del derechista Consejo Coordinador empresarial de la Laguna de Durango (CCEL), con el apoyo de Carlos Herrera Araluce.

De hecho, Augusto, solicitó primero el apoyo de este personaje de amplio poder, - al interior del PRI, PRD, como del PAN -, antes que del partido blanquiazul. No olvide el lector que, los hermanos Castro Lozano, han recibido de este ex alcalde priísta, vastos sustentos para sus campañas. Así lo hizo Augusto Ávalos.

En realidad, Ávalos Longoria, reúne un pobre andamiaje social, en un municipio habitado por obreros. Por un sector campesino que se resiste a abandonar sus tierras, pese a los embates de los nuevos grandes propietarios rurales. Y un sector popular, tremendamente depauperado; merced a las políticas rapiñeras priístas, ejercidas desde el ayuntamiento y el gobierno del estado.

De manera, que alejado de estos grupos mayoritarios de la ciudad, Ávalos, apostó todo a la dinámica electoral panista generada durante el proceso federal electivo del 2006. Al apoyo de los poderes fácticos municipales; pero también, a un “pacto de caballeros”, con Ricardo Rebollo, “su amigo de toda la vida”, para “no denunciar los puntos oscuros de su desarrollo profesional”. “Haremos una campaña sin ataques (Ávalos, dixit)”.

Pocas e ingenuas herramientas para intentar ganar un ayuntamiento dominado por las fuerzas más amafiadas de la política estatal. Recuerde amable lector, que de los municipios más importantes del estado, - tomando como base su importancia económica -, sólo Gómez Palacio, nunca ha sido ocupado por ninguna oposición. Pero al fin de cuentas, eso no le importó a Ávalos Longoria, es de los mismos, ó, al menos actúa igual. Los ciudadanos no existen, mientras no haya elecciones. Punto.

“Perdió y se fue”, dijeron algunos miembros de las planillas panistas, aludiendo la huida de Ávalos Longoria, con las impugnaciones ya hechas. Incluso fueron más lejos. Revelaron un supuesto convenio de “resarcimiento de pérdidas de campaña”, para Augusto. Es decir, Ricardo Rebollo, habría compensado los gastos de campaña de Ávalos Longoria, para que todos “ganaran”. “Por eso, se fue tan tranquilo”, explicaron estos blanquiazules, militantes de siempre en este partido.

Al margen de los señalamientos de los compañeros del partido de Ávalos, lo cierto es que se esfumó, dejando en claro que todo el discurso que vertió en el proceso electivo, era demagogia. Ni más, ni menos, que los priístas. Por ello, aquellos argumentaciones de que, “a los ciudadanos no les falta honestidad, es a los políticos, (Ávalos, dixit)”, eran peroratas, iguales a todas las que se han escuchado en cualquier proceso electoral.

Por lo pronto, todas las promesas de campaña hechas por Auguto Ávalos, se encuentran registradas, en cintas, videos, hemerotecas, incluso, en la memoria de los miles de ciudadanos que confiaron su voto a este inexperto aspirante; pero él se encuentra ausente; estudiando una maestría, que eleve el poder económico de sus negocios; no de combate a la pobreza o de compromiso en la lucha contra la corrupción del gobierno municipal.

Ávalos, está en lo suyo, ganar dinero y más dinero. La lucha por la presidencia municipal era parte de su inventario de acumulación económica, no de verdaderos “anhelos de servir”.

Así son los políticos. El poder es una circunstancia más de potenciar su riqueza económica. Esperemos que Augusto Ávalos Longoria, no venga a pedir nuevamente el voto. Porque sus chácharas de combate a la injusticia, difícilmente se le creerán.