domingo, 8 de diciembre de 2013

Instituto Municipal de Cultura de Saltillo; ¿informe o ‘verbena’ entre amigos?

              
El IMC rindió un inesperado informe de despedida, en Casa Purcell, presidido por Iván Márquez Morales; con el estilo de un informe del PRI, el evento terminó con 30 minutos en los que se le entregaron reconocimientos al funcionario y se le llenó de aplausos; no obstante, cuando la prensa quiso cuestionar lo presentado, no se le permitió
 
   Por: Livio Ávila
sábado, 07 de diciembre del 2013
 
Saltillo, Coahuila.- Casa Purcell cerró sus puertas al público el jueves 5 de diciembre. Es decir, este día el museo no sería un museo por algunas horas, sino el escenario de una rueda de prensa/informe a la que convocó Iván Márquez Morales para demostrar sus logros como director del Instituto Municipal de Cultura de Saltillo (IMC). Como reportero de VANGUARDIA, llevé conmigo algunas preguntas que se relacionan al reportaje publicado el pasado domingo 1 de diciembre (“Instituto Municipal de Cultura no cumplió sus promesas”), al que Iván Márquez no ha dado su respuesta oficial.
Pero en el evento, que tuvo lugar el jueves 5 de diciembre, a las 10:00 horas, la rueda de prensa se hizo de lado y solo se llevo a cabo el “informe”, un evento que nunca había hecho el IMC, dijo Iván Márquez, y se invitó a la comunidad cultural, mucha de ella a la que favoreció y con la que colaboró, pero no fue una invitación abierta al público. La presencia de la prensa se limitaría a atestiguar dicho informe, en el cual Iván Márquez recibió al final, durante más de 30 minutos, reconocimientos que hasta le daba Infonativ y una asociación de jardinería, para culminar con una “verbena popular”. Al final del evento que, extrañamente, se convirtió en un homenaje a Márquez Morales, y que incluía música, VANGUARDIA quiso contrapuntear la información, pero su excolaborador Armando Guerra intervino para defenderlo con el argumento: “No es el momento”.
Casa Purcell cerró sus puertas y puso unas cortinas negras a las ventanas de la puerta principal. La reunión fue a puerta cerrada durante la hora y media que duró el evento. Y el montaje comenzó.
Detrás se veían fotografías en una enorme pantalla gigante, a la manera de los informes de gobernadores o alcaldes del PRI. Un “show” donde había una TV con un video; una mesa con todas las publicaciones y hasta un disco del libro electrónico que hicieron —porque el último año dijo que ya no había presupuesto para libros. La cuestión fue presumir sus logros.
Sin embargo, Iván Márquez no explicó por qué eliminó 4 de los 12 festivales que prometió, dejando 8 millones de pesos sin ser destinados a lo que se debía. Todo ello, y también otras cuestiones, fue publicado en el reportaje en cuestión. Pero de estos señalamientos, Márquez Morales no dijo nada. Ni réplica ha solicitado. Lo que sí hizo este “informe” fue incluir música en vivo con dedicatoria para Márquez.
La cita fue a las 10:00 horas. Y no cabe un alfiler: todos los asientos están ocupados. Iván Márquez realiza este “informe” tres días después del reportaje publicado por VANGUARDIA, ¿será su forma de reivindicarse? El evento está encaminado a ensalzar sus logros, pero también a omitir lo publicado en el reportaje sobre las promesas que no cumplió y que implicaron millonarios presupuestos sin transparentarse.
“Ya llegó ‘fulanito’. Va en primera fila”, dice una persona del IMC a otra de su equipo, indicándole que coloque en lugar privilegiado al invitado especial. Pero brilla por su ausencia Jericó Abramo Masso, alcalde de Saltillo, quien nunca llegó a aplaudirle y echarle porras a Márquez Morales.
Y así, el vestíbulo de Casa Purcell tiene reunidos, en un apretujado espacio, a los invitados: algunos funcionarios del Ayuntamiento de Saltillo, otros del gobierno estatal; también, artistas y promotores culturales con quienes realizó proyectos como libros, coediciones, exposiciones, obras de teatro, proyectos musicales y hasta viajes para llevar productos del IMC al interior del país.
Un informe para justificarse
“Nos sentimos muy honrados con tanto talento y con tanta distinguida personalidad”, dijo Ernesto Amezcua, director de Comunicación del IMC, quien fungió como conductor del evento y comenzó a presentar a todos, antes de que saliera Iván Márquez Morales.
Entre los invitados que Amezcua presentó, estuvieron el poeta Juan Martínez Tristán; el padre Manuel Fernando Pachicano; el artista visual Raúl Cantú; Patricia Gutiérrez, directora del Archivo Municipal; Nohora Espinoza y Concepción Recio, en representación del Centro Cultural Vito Alessio Robles; el director de la Orquesta Filarmónica, Natanael Espinoza Rincón; la coordinadora de Patrimonio y Difusión Cultural de la UAdeC, Leticia Martínez Rodarte; y “un personaje cultural muy querido” y “amigo nuestro” Armando Javier Guerra Guerra, ex director del Icocult.
Guerra Guerra fue citado en el reportaje de VANGUARDIA del pasado domingo, en el que se recordó que su administración como director del Icocult no tuvo una comprobación de 2.8 millones de pesos a la Auditoría Superior del Estado de Coahuila; fue jefe de Iván Márquez Morales en Icocult, y hoy Guerra es asesor en materia cultural para el gobierno del Estado; precisamente al gobierno estatal va Iván Márquez a laborar, por invitación del gobernador Rubén Moreira, tras terminar su cargo como director del IMC; aunque él mismo confiesa que todavía no sabe qué puesto ocupará en la Secretaría de Cultura. Pero aquí está para aplaudirle Armando Guerra, su próximo colega.
También asistió Carlos Orta Canales, representante de transición del nuevo equipo del Ayuntamiento, que será presidido por el PAN.
“¿Iván, dónde andas?”, dijo Amezcua para darle la bienvenida y tronaron los aplausos del público para que Márquez llegara a saludar, como la estrella del evento.
“Vamos a dar inicio a este informe de actividades, no sin decir antes que es la primera vez que, en el Instituto, el director en turno da un informe a la comunidad”, dijo Iván Márquez Morales. “La intención de hacer esto es (informar) que han sido tantos los logros que se han hecho en conjunto con ustedes”, dijo a los presentes.
Y, en cierto modo, entre los logros que mencionaba, comenzó a responder a los cuestionamientos que VANGUARDIA hacía en el reportaje.
“Quiero aclarar que nosotros realizamos 8 festivales; en un principio nosotros habíamos decidido hacer 12 festivales, pero, como toda la política cultural, tiene que ser reconsiderada cuando vemos que las cosas no van funcionando bien”, explicó sobre la desaparición de festivales “Saltillo Eres Tú” desde hace más de un año. Según dijo, con los festivales que llevaban hasta 2012, “eran más que necesarios” y, por ello, en 2013 no realizó ninguno: “El Instituto se dio a la tarea de apoyar a la mayoría de los festivales independientes (antes de 2013); entonces ya estábamos compitiendo con nosotros mismos y con los festivales (…) No tenía caso empalmar”.
Márquez llegó al grado de llevar, como si se tratara de una pieza que puede moverse fácilmente, y sin requerir de cuidados especiales, un cuadro del ilustre pintor Rubén Herrera. Porque recordó que se le invirtió un presupuesto para que sean restauradas “más de 20 piezas” (5 millones de pesos, casi el total de todos los festivales que no hizo en 2013). El cuadro se colocó en una mampara del tipo que regularmente se ve en escuelas para los anuncios escolares. ¿El calor de tanta gente no la dañaba? ¿No requiere de un cuidado adecuado para exhibirse? Pero Márquez quería dejar claro, repetimos, todos los logros.
Márquez mencionó las publicaciones: en total, 29; y afirmó que hizo un trabajo en ejidos sin precedente: “logramos un crecimiento del 250 por ciento en atención a las comunidades rurales”, dijo, y en el comunicado enviado más tarde por el IMC se informó que se llegó a 255 ejidos. Dato curioso: Sólo existen 84 ejidos en Saltillo. Destacó su labor de promoción al escritor Miguel Sabido y el libro que se le editó de pastorelas saltillenses; las exposiciones en Casa Purcell y más, mientras pasaban más y más imágenes preparadas en diapositivas y que él movía en un “Ipad”.
Tambiél tocó el tema de haber usado recursos para una obra teatral propia: “Los Héroes de Uranópolis” la cual se anunció en su momento como una “Idea original de Iván Márquez”; y ahora fue más cuidadoso para usar el “yo”: “se creó en una idea original de nosotros”. Y admitió que sí, invitó a sus colegas, entre ellos Jesús Leal, y su director de Comunicación, Ernesto Amezcua, quien “se tuvo que poner mallas” para actuar. Y el público soltó una carcajada sobre el comentario de esta obra para amigos que tuvo presupuesto del festival “Saltillo Eres Tú”.
Prensa pide hablar: ‘No es el momento’, responden
Luego de más de 30 minutos de que los presentes invitados le entregaron reconocimientos que iban desde los Artistas Plásticos de Coahuila, el Archivo Municipal de Saltillo, una asociación de jardinería y hasta Infonavit; el informe terminó siendo una especie de homenaje o graduación. Como el ambiente estaba tan cálido, Armando Guerra quiso hacer una broma, alusión al reportaje de VANGUARDIA, y tomó el micrófono: “Solamente nomás para decirles que falta un reconocimiento que ‘horita va a llegar: lo va a entregar la sección cultural denominada ‘El Guardián’, por parte del periódico VANGUARDIA”. Lo que desató las carcajadas y aplausos de los invitados.
En ese momento, este reportero levantó la mano e Iván Márquez, todavía sonriendo, volteó la cara a la petición de hablar, ignorando al medio aludido. Ya estaban colocando un teclado detrás de Iván Márquez para dar paso al número musical y a la “verbena popular”, y seguía ignorando la mano alzada.
“Los invito a que podamos disfrutar de una verbena popular que tendremos ‘horita”, dijo Márquez para presentar a los cantantes y que todo terminara sin diálogo con la prensa, como se planeaba.
Ante la insistencia de VANGUARDIA, tuvieron que ceder y se le entregó el micrófono a este medio: “Felicidades por el informe, pero me gustaría contrapuntear un poco algunos de los aspectos que mencionas y preguntar unas dudas que surgieron también durante tu administración; en primer lugar: ¿qué sucedió con la Presea Acuña? ¿Nos puedes dar una explicación de su desaparición?”.
Quizá por la reciente broma hacia VANGUARDIA, sonaron unos silbidos desde el público y algunos soltaron risas; otros, cuchicheos. “Nosotros ya contemplábamos de que iba a haber un homenaje posterior a Manuel Acuña”, y dijo que por ello lo eliminó. A lo que este medio respondió: “La cuestión fue que se les olvidó…”.
Pero en ese momento Armando Guerra se puso en pie, alzó los brazos y dijo: “Yo creo que este no es el momento”, interrumpió, “Yo creo que hay que esperarnos”, y se escuchó un “Yo también” de una voz femenina en el público. Y atronaron los aplausos para que no se preguntara más. Al final, Guerra intervino para defender, nuevamente, a su ex colaborador Iván Márquez, como cuando se le cuestionó a Guerra sobre la ONG de Márquez, siendo colaborador suyo en 2008. “¿No se puede aquí?”, insistió este medio, pero los aplausos no dejaron oír la voz de este reportero que pedía también una explicación de compromisos sin cumplir y presupuestos no aplicados. “Yo les quisiera pedir, antes de conceder la entrevista, para atender a Livio…”, dijo al público listo para la verbena e ignorar la voz del periodista. Y terminó recibiendo decenas de abrazos y con un cantante que le dedicaba una canción a Iván Márquez, porque “es su favorita”. Y sonó el teclado.

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